Una pareja camina junto a una filial del banco HSBC en Londres (Reino Unido)
Una pareja camina junto a una filial del banco HSBC en Londres (Reino Unido) - efe

HSBC, el mayor banco británico, amenaza con marcharse de Londres

Sopesa el traslado ante el nuevo marco regulatorio y por la posible salida del Reino Unido de la UE

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Ha sido una bomba a solo 14 días de las elecciones generales. HSBC, el mayor banco del Reino Unido, un gigante con 60 millones de clientes en 80 países, ha anunciado que sopesa retirar su sede de Londres, donde se instaló en 1992. El banco se queja del nuevo marco regulatorio más estricto que se instauró tras la crisis financiera del 2008, de la subida de impuestos a la banca y de la incertidumbre sobre la posible salida del Reino Unido de la UE, toda vez que Cameron ha anunciado un referéndum al respecto en el 2017.

HSBC se había visto envuelto desde el año pasado en dos grandes escándalos: la manipulación del cambio de divisas y la cobertura que dio a evasores fiscales mediante cuentas en Suiza.

El banco se ha disculpado varias veces por ambos errores, incluso con anuncios en la prensa inglesa.

El anuncio de que sopesa moverse de Londres se tomó en una reunión del consejo en la noche del jueves, que se celebró tras un encuentro informal con inversores en Hong Kong, la ciudad donde se fundó la matriz del banco en 1865. Europa ya no es lo que era y aunque la sede sigue en Londres, lo cierto es que Asia le aporta ya el 80% de sus beneficios. La acción del HSBC se revalorizó un 3% tras el anuncio.

«Como parte una revisión estratégica amplia, el consejo ha pedido a la dirección que comience a trabajar en ver cuál sería la mejor ubicación de la sede del HSBC en el nuevo contexto. La cuestión es compleja y es demasiado pronto para decir cuánto llevará esto o qué conclusión habrá, pero el trabajo está en marcha», explicó un comunicado de la entidad.

Inmediatamente la noticia ha tenido una lectura electoral. El primer ministro Cameron no quiso entrar en el fondo del asunto, recordó que «Londres es la capital financiera del mundo» y se limitó a recordar que para que siga siéndolo «es muy importante estar a favor de las empresas, los negocios y el empleo, necesitamos mantener los impuestos bajos y hacer del Reino Unido un lugar atractivo para invertir». En su último presupuesto el Gobierno conservador subió los impuestos a los bancos del 0,156% al 0,21%, además se anuncian leyes para separar el negocio minorista del de la banca de inversión.

Por su parte, los laboristas trataron de apuntarse un tanto con la alusión del HSBC a la incertidumbre que crea el referéndum sobre la UE prometido por Cameron. Miliband tachó a su adversario de «irresponsable» y dijo que «se prueba que las políticas de los conservadores están dañando las inversiones». Lo cierto es que el Partido Laborista lleva también en su programa endurecer los impuestos a la banca y Miliband mantiene una mala relación con el mundo de los negocios, que no se fía de él y lo encuentra demasiado izquierdista. El populista Nigel Farage se declaró «preocupado».

HSBC es el tercer banco del mundo en depósitos, con 166.000 empleados en total, 48.000 de ellos en el Reino Unido. Su sede está entre los rascacielos del futurista barrio londinense de Canary Wharf. El año pasado su acción cayó un 17%. La entidad tenía como norma debatir cada tres años la pertinencia de su sede, pero no lo había abordado desde 2010. La marcha del HSBC podría suponer el principio del fin del brillo de la City, la primera industria del país, que explica la pujanza de Londres. Su marcha a Asia sería también toda una parábola del crepúsculo de Europa.

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