Jean Claude Juncker (dcha) junto al primer ministro Manuel Valls
Jean Claude Juncker (dcha) junto al primer ministro Manuel Valls - abc

Bruselas quiere obligar a los estados a informar sobre los acuerdos con las multinacionales

En caso de que un gobierno se considere afectado, podrá solicitar datos más concretos sobre el tratamiento fiscal a determinadas empresas transfronterizas

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El comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici, presentó ayer en Bruselas el primer paquete legislativo para regular la fiscalidad de las multinacionales en Europa, con la idea de eliminar los efectos perversos de los acuerdos bilaterales con algunos países que permiten evitar el pago de impuestos en aquellos en los que realizan gran parte de sus actividades. «Todo el mundo debe pagar su parte de impuestos que le corresponde legalmente» dijo el vicepresidente Valdis Dombrovskis, responsable de la zona euro.

Para hacer resolver este problema, la Comisión propone que cada tres meses los estados estén obligados a informar someramente a todos los demás de los acuerdos, conocidos como «tax rouling» que hayan pactado con las empresas que tienen notoriamente una actividad transfronteriza.

En caso de que un gobierno se considere afectado, puede entonces solicitar más información concreta sobre el tratamiento que reciba una determinada empresa.

A esta Comisión Europea en particular le conviene que este asunto salga bien, porque hay que recordar que su presidente, el luxemburgués Jean -Claude Juncker, fue señalado por haber acordado en su país un tratamiento fiscal muy ventajoso a empresas multinacionales que se han ahorrado millones de euros en impuestos en los países donde obtienen sus beneficios. El caso «Lux-leack» pesa políticamentesobre el prestigio del actual ejecutivo europeo y ya ha provocado una moción de censura contra Juncker, además de la creación de una comisión especial de investigación en el Parlamento Europeo.

Medidas de transparencia

La Comisión dice que no se opone a este tipo de acuerdos entre las grandes empresas y los países, pero considera que no puede permitir que se conviertan en un aspecto que distorsione las reglas de la competencia y que prive a algunos países de ingresos por sus actividades. Con estas medidas de transparencia, la Comisión espera que los países podrán actuar de acuerdo con la información que reciben. Hasta ahora se sabe que grandes compañías como Apple, Starbuks o Ikea, pagan una cantidad fija de impuestos en Luxemburgo, donde apenas tienen actividad, y utilizan mecanismos de ingeniería financiera para atraer al Gran Ducado sus beneficios en el resto de los países miembros, sobre los que no pagan nada.

El paquete llegáis látigo debe ser discutido por los ministros de Economía en el seno del Ecofin y ratificado por el Parlamento Europeo antes de entrar en vigor.

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