Trofeo Jules Verne

«Spindrift 2» volverá a Europa en un carguero desde Australia

Abandonado el intento de récord Jules Verne, desde el pasado miércoles se encuentra en el puerto de Fremantle

Dury Alonso

Cinco días de travesía para amarrar en el puerto australiano de Fremantle tras la avería del timón de estribor en el Índico sur al paso por las islas Kerguelen -rotura que se produjo el 1 de febrero de 2019-. La cual les obligó a abandonar sus aspiraciones de batir el récord Julio Verne -de 40 días 23 horas 30 minutos y 30 segundos, en posesión del patrón Francis Joyon y tripulación, entre ellos el español Alex Pella-; cuando el ritmo de navegación les era muy favorable, ya habían batido el récord Ouessant – Ecuador (4 días 19 horas 57 minutos, a una velocidad media de 25,8 nudos), y haber descendido hasta el paralelo Índico 55° Sur, con el agua a 2° C, “haciendo eslalon entre los hielos”, comentó Yann Guichard.

“Hemos retirado el timón y preparado el barco para la operación de carga a bordo de un carguero. También nos preocupa el estado del timón de babor, lo que podría ser complicado regresar a nuestro puerto base por mar, en la Bretaña francesa, especialmente porque nos encontramos en el otro del mundo. Toda la tripulación, y cinco miembros de nuestro equipo técnico, centrarán su atención en la preparación del barco para el viaje de regreso. Quitar el mástil, y asegurarnos de que esté completamente listo para su transporte marítimo”.

El equipo Sipindrift realizó una gran preparación para este tercer intento, sobre todo después de la rotura del mástil el pasado año a las pocas horas de partir desde Francia. Modificaron el plano velico del super maxi trimarán de 40 metros de eslora, instalando un nuevo mástil más corto al objeto de bajar el centro vélico, y unos nuevos foils en los flotadores laterales; mejoras técnicas que, junto a la reducción del número de tripulantes a bordo, han demostrado que ahora el barco reduzca fácilmente la superficie mojada siendo mucho más rápido y manejable que hace tres años en su primer desafió Jules Verne.

Por ahora no saben si volverán a intentarlo otra vez, primero quieren hacer un análisis profundo del porqué de las averías, lo cual implica tiempo. “… antes necesitamos comprender por qué se rompió el timón, poder establecer si se trata de un defecto de fabricación o un error en el cálculo estructural porque el timón no sufrió ningún impacto; aparte del costo de construir uno nuevo, en estos momentos los astilleros están con mucha carga de trabajo en esta época del año, y el hacerlo llevará tiempo. Con todo sobre la mesa, nos reuniremos todos los pates y veremos que decisiones se toman, entre ellas si continuamos con el programa del Trofeo Jules Verne el próximo invierno”.

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