Vela Latina

Récord de embarcaciones tradicionales en la XXIII Diada de Vela Latina de Mallorca

El Club Nàutic de Cala Gamba se prepara para el encuentro de vela tradicional más grande de su historia

Mallorca Press

La XXIII Diada de Vela Llatina de Mallorca congregará el próximo fin de semana a 52 botes y llaüts tradicionales, cifra récord en la historia de este encuentro que aúna cultura marítima y competición y en el que cada año se dan cita durante tres días las embarcaciones más representativas del patrimonio naval vivo de las Islas Baleares. El Club Nàutic de Cala Gamba, organizador de la Diada, cuenta en esta ocasión con la colaboración de las firmas Mirshubishi Autovidal, FAN Mallorca Shoping y Vitrac.

La inscripción supera en doce unidades la registrada en la edición del año pasado, en que ya se consideró que la Diada de Vela Latina había superado todas sus marcas de participación. “Estamos muy contentos con la respuesta de la fota. Hemos visto cómo cada año aumentaba el interés, pero rebasar el medio centenar de embarcaciones es algo que está por encima de nuestra mejores expectativas”, reconoce Joan Marc Rigo, director del Club Nàutico de Cala Gamba y máximo responsable de la organización.

UNA REGATA ABIER TA

El “secreto” del creciente éxito de la Diada, sostiene Rigo, es ser “un acontecimiento abierto en el que convergen diferentes maneras de entender la navegación” y donde el denominador común es “la pasión por la mar y la vela latina”.

Por una lado, explica, están las barcas de regatas (que compiten en distintas categorías en función de sus características: llaüts clásicos, monotipos de la clase Dragonera o botes optimizados), y, por otro, embarcaciones tradicionales que realizan travesías no competitivas en una división abierta e incluso botes a remos. “No a todos les gusta hacer regatas, pero sí a todos les gusta navegar. Y todos son bienvenidos a la Diada de Mallorca”, remarca el director del Club Nàutic Cala Gamba.

MUSEO FLOTANTE

Entre las embarcaciones que transformarán Cala Gamba en un museo flotante entre el 13 y el 15 de septiembre -en representación de Mallorca, Menorca e Ibiza- se encuentran verdaderas joyas del patrimonio naval balear, cuatro de las cuales tienen más de 100 años. Tal es el caso del bote Callao (1893), propiedad del arqueólogo y escritor Bernat Oliver; y los llaüts San Antonio de Padua (1911), de Xavier Mulet; N’Eolo (1915), de Antoni Josep Borrás; o Na Paquita (1910).

“Estos embarcaciones citadas destacan por su antigüedad, pero todas, sin excepción, tienen un importante valor patrimonial y forman parte de la cultura marítima y la navegación tradicional de Baleares”, añade Joan Marc Rigo.

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