Trofeo InteRias

El “Gallant”, vencedor nuevamente en Sanxenxo

Segunda regata de la historia de la clase 6m en España y segunda victoria del Rey Juan Carlos

Sanxenxo (Pontevedra) Actualizado: Guardar
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La entrega de premios del Trofeo InterRías ha clausurado este domingo la segunda regata de la clase 6m que se disputa en Sanxenxo (Pontevedra). El “Gallant” del armador José Cusí y patroneado por el Rey Juan Carlos ha sido el vencedor final, seguido del “Erica” de Violeta Álvarez y el “Caprice” de José Luis Angoso, que ha terminado en la tercera plaza.

En el Real Club Náutico de Sanxenxo, Gonzalo Pita -Alcalde de Sanxenxo-, Jesús Sueiro -Concejal de Turismo, Fiestas, Deportes y Juventud- y Fabián Buezas -Director Comercial de Viajes InterRías- han sido los encargados de entregar los premios a los vencedores.

El viento ha tardado en entrar hoy en Sanxenxo y no ha acabado de entablar antes de la hora límite para dar salida, impidiendo montar el campo de regatas para el recorrido costero que se tendría que disputar hoy.

Antes de saberse que hoy no habría regata, la flota esperaba paciente en el Real Club Náutico de Sanxenxo. Muchas caras conocidas y consagradas de la náutica, con regatistas de Copa América como Laureano Wizner, de Vuelta al Mundo como Pablo Iglesias o diseñadores navales como Juan Kouyoumdjian y también Iñigo Echenique, con el que hemos charlado.

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Este vigués ha patroneado en Sanxenxo el “Caprice” –tercer clasificado-, y es además ingeniero naval y director del gabinete Acubens, el cual lidera una gran disparidad de proyectos como el de un barco muy singular de 135 metros de eslora, de velas cuadras y pasajeros, que está siendo construido en Galicia.

Con el conocimiento y la experiencia de navegar multitud y muy diferentes barcos, Echenique afirma que los 6m “son únicos de navegar” y describe el resurgimiento de esta clase en España como “fantástico”. La clase “tiene futuro. Son unos barcos maravillosos y que merecen atención. Es un barco de regatas mucho más económico que cualquier otro barco moderno y tiene un componente añadido, que es el conservar unos barcos tan singulares en activo ya que si no hubiese regatas estos barcos se perderían. Son auténticas joyas, su diseño, una maravilla y su construcción única”.

La historia del “Caprice” es particular. Un barco de 70 años que “no tuvo grandes éxitos en sus inicios y que a finales de los 70 fue abandonado, estando en un jardín en el que lo usaron de gallinero. Estaba machacado, pero en los 90 lo restauraron fantásticamente bien”, relata Echenique.

“Me enamoró desde el primer día. Me gustó particularmente, con unas líneas fantásticas, y se dice que lo que es bueno para el ojo es bueno para la mar (risas). Lo fui a ver a Finlandia, donde estaba y animé al armador a comprarlo. Estamos encantados con el barco y lo vamos poniendo a punto. Tiene mucho potencial”.

Un nuevo resurgir de una clase, que ha pasado de tener cero a siete barcos en competición en España, y Echenique tiene un deseo: “Espero que haya 10 o 12 barcos en un año. Tiene mucho futuro”.

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