La elecciones a la presidencia de la Federación, al Juzgado

Se confirmó el pucherazo y las elecciones a la asamblea de la RFEV acabarán en los Juzgados de Primera Instancia en Plaza de Castilla. Después de numerosas y contrastadas contradicciones en el proceso electoral, los interventores de la candidatura de Paco Coro han decidido acudir por la vía penal a los tribunales por un delito de fraude electoral, falsedad documental y suplantación de personalidad en el proceso electoral de la RFEV.

Muchas han sido las irregularidades producidas en estos comicios, en donde la Junta Electoral ha sido parcial y no ha seguido ni sus propios criterios favoreciendo a determinadas candidaturas que sí han tenido derecho de pernada, como es el caso de poder recibir 270 votos a una sola dirección, cuando tan solo se podían recibir un máximo de seis.

En el escrutinio de voto a deportistas fue determinante. Aparecieron 141 votos con miembros de las candidaturas de José María Martín Puertas y de Toni Tió mezclados en una papeleta no oficial –cuando el reglamento así lo exige- fotocopiada y con un papel y tamaños distintos a los reglamentarios. Tras la denuncia de los interventores, el presidente de la mesa electoral determinó que efectivamente la papeleta no era oficial y decidió declararlas nulas.

Este intento de fraude y falsificación de documentación a llevar el tema ante la justicia, por un intento de engaño a la mesa y al resto de candidaturas. También las papeletas de la candidatura de José Ángel Rodríguez no eran manuscritas sino realizadas de forma mecánica, pero sí en la papeleta oficial, aunque fueron centenares y exactamente iguales.

Este es el primer paso y no se descarta que los siguientes sean la impugnación total de los comicios y pedir a Garantías Electorales la repetición total de unas elecciones que han sido adulteradas de forma fehaciente desde el primer momento.

Es la tercera vez que ocurren hechos irregulares, en 2004 cuando el candidato era Rafael Munilla, en 2008 Manuel Nadal de Uhler y en 2012 con Paco Coro como gran perjudicado.