Senior Masters Cup

Yannick Noah: «Los tenistas jóvenes están deseando que se retiren Nadal y Federer»

El tenista francés habla con ABC sobre la dureza del deporte, el aumento de nivel, una generación irrepetible y también de dopaje y sentimientos

Yannick Noah, en la pista del torneo Senior Masters Cup, en Marbella Carlos Vela
Laura Marta

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Fue el último jugador francés masculino en ganar Roland Garros, un honor que todavía le recuerdan. Pero para Yannick Noah (1960) el tenis forma parte de un pasado lejano. No obstante, disfruta como un principiante en la Senior Masters Cup , torneo de leyendas que se disputa este fin de semana en Marbella. Solo suelta la raqueta cuando se sienta en el sofá del Club de Tenis Puente Romano para charlar con ABC sobre tenis, hijos, educación, dopaje y sentimientos.

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-¿Qué significa esta Senior Masters Cup para usted?

-Es como volver a ser un júnior de nuevo. Empiezas a jugar a tenis, en un club, divirtiéndote. Después te conviertes en un profesional y es un trabajo maravilloso, pero no puedes perder ese primer grado de diversión por jugar. Ahora vuelvo a la pista como aquel júnior, solo por la sensación de jugar, sin pensar en la parte competitiva. Y después vernos con estos jugadores que nos hemos conocido hace 20 o 30 años y que ahora cada uno tiene sus propias vidas. Nos volvemos a juntar y ves cómo han crecido nuestros hijos. Es un buen sentimiento.

-¿Qué diferencias hay entre el tenis de su momento y el de ahora?

-La mayor diferencia entre mitad y final de los 80 fue el material de las raquetas, pasar de la madera a estos materiales nuevos, más ligeros, con más cabeza, más tecnológicos, que hicieron el juego más rápido. Marcaron una gran diferencia. Yo empecé con las de madera y ahora tienes niños que empiezan con estos materiales y el juego es muy, muy diferente.

-¿Qué tenis prefiere?

-Nunca veo las cosas de ese modo. Suelo pensar en que soy muy afortunado de haber jugado cuando jugué. Disfruté muchísimo como jugador. Cuando era un niño nunca pensé que llegaría a profesional. Cada vez que jugaba un torneo sentía que era afortunado de poder hacerlo porque siempre me ha encantado jugar al tenis, me encantaba viajar y encima ¡me pagaban por eso! Creo que puedo decir que la nuestra fue la primera generación que comenzó todo esto. Estoy en mis cincuenta y muchos. Dejé de jugar casi hace treinta años por eso el tenis para mí está ya muy muy lejos.

-¿Dónde está la nueva generación con este año de Federer y Nadal?

-Los jóvenes lo están haciendo bien, pero no están teniendo suerte. Se han topado con, probablemente, los tres mejores de la historia en la misma generación. Eso es muy inusual. Normalmente tienes uno en la cumbre, a veces puedes tener dos, pero no tres. Nadal, Federer, Djokovic, e incluso Murray, pero sobre todo esos tres, que son irrepetibles, en el mismo tiempo… tener la oportunidad de hacerte un nombre entre ellos es muy difícil. Para ganar un Grand Slam tienes que ganar a uno, a dos o a los tres. Es casi imposible. Estoy seguro de que los jugadores de 20 o 22 años están deseando que Nadal y Federer se retiren: ¿qué, ahora ya nos dejáis jugar? (se ríe).

-¿Falta también sacrificio, quizá?

-No, porque para ser número 6 o 7 del mundo tienes que ser un gran jugador. Es algo que la gente suele olvidar. Es un gran viaje ir desde amateur hasta profesional. Es muchísimo trabajo y sacrificio. Tuyo y de la familia. Estar ahí es muy duro. El tenis es cada día. Y es cada vez más difícil. Si eres 6 o 7 y vas a un torneo sin estar al cien por cien es fácil que puedas perder contra el 40. En mi tiempo, podías ser el 5 y aun sin estar del todo bien, sabías que si te concentrabas ese día lo suficiente no ibas a perder contra el número 15. Ahora es imposible. Lo que significa que cada día es una lucha, y eso hace que lo que han logrado este año Rafa y Roger sea algo tan especial, tan increíble.

-¿Esperaba estos regresos?

-Ningún especialista en tenis lo pensaba: que Roger ganaría casi todo a principio de año, y Rafa el otro resto, y ser número 1. No, nadie lo previó. Han escrito juntos otra página muy dulce de la historia del tenis de esta generación. Y nadie sabe tampoco lo que viene. Porque el nivel que mostró Nadal en el US Open fue increíble.

-¿Disfrutó de verlos en el mismo lado de la red en la Laver Cup?

-Fue una buena exhibición.

-¿Acabará la Laver Cup con la Copa Davis?

-Espero que no. La Copa Davis es historia, tiene que ver con la tradición. Miles de jugadores, cientos de países, han participado. Ahora muchas eliminatorias no tienen cobertura mediática y eso es malo. La Laver Cup es otra competición que no tiene nada que ver. Son 16 jugadores compartiendo la tarta, pero no tiene el espíritu de la historia de la Copa Davis.

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