Copa de Maestras

El diván de Conchita guía hacia el éxito a Garbiñe Muguruza

La extenista, que acompaña a la campeona de la Copa de Maestras desde 2019, lidera un grupo sereno y cercano para sumar calma al talento

Garbiñe Muguruza, una maestra única en la historia

Conchita Martínez y Garbiñe Muguruza, juntas desde 2019 EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El abrazo, la sonrisa, la complicidad, el aplauso, el agradecimiento. Es consciente Garbiñe Muguruza de que sin el equipo que la sostiene poco podría haber conseguido. Le aportan los consejos, la calma, la recuperación y la fuerza física y mental para llegar hasta las alturas. Por encima de todos, Conchita Martínez, con quien ha congeniado de maravilla y han convertido su alianza en un título en Wimbledon –la extenista fue su entrenadora puntual– y tres cursos de regularidad y paulatino recrecimiento hasta las alturas que explotan en este 2021 con este título histórico de la Copa de Maestras.

«El equipo también lo ha pasado muy mal. Ha estado sufriendo. Y Conchita me ha tenido que aguantar en las burbujas», sonreía Muguruza en el parlamento de campeona . Es la que ha sabido guiar sus pasos desde el talento algo desordenado de sus fulgurantes y exitosos primeros 20 años, hasta la tenista completa, serena y segura que es hoy con 28 después de tres años de reconstrucción. De aquel noviembre de 2019, cuando la tenista era 39 del mundo, rompió con Sam Sumyk y sufría en primeras rondas, Conchita ha intentando inculcar la mesura, la paciencia y la calma en la cabeza de su pupila.

También en el resto del equipo, cambiado a principios de 2020. Al trabajo tranquilo, continuo y sin desconexiones de Conchita Martínez en la pista, se unió también desde hace más de un año el trabajo específico psicológico. El tenis es talento, drive, revés, saque, pero sobre todo mentalidad ganadora, sin atajos ni altibajos. Una constante en el deporte de élite porque las diferencias son tan mínimas que un simple despiste, en un juego, puede llevar de la victoria a la derrota.

Para mimar su cuerpo, que responde de maravilla al estrés, al sufrimiento y a la intensidad de los partidos, como ha podido verse en esta última semana en la que ha terminado como un ciclón sobre sus rivales, Adriana Forti como fisioterapeuta y Santiago de Martino como preparador físico . Nuevas rutinas para fortalecer y dar movilidad a una figura de 1’82 metros. Se complementan con el aporte nutricional de Gemma Bes , que ha introducido una mayor exigencia en la alimentación, aunque fuera de competición no haya barreras ni prohibiciones.

Muguruza ha puesto todo de su parte en estos tres cursos. También aventuras fuera de la zona de confort como subir al Kilimanjaro o ponerse a las órdenes de la Guardia Civil . Un viaje interior en África y otra prueba de sus límites en Mallorca. Crecer por fuera y por dentro. Pero de la mano de este grupo al que, en Guadalajara, se ha unido su pareja, Arthur Borges, presente en el palco.

La conjunción recoge ahora los frutos de un viaje hacia la madurez y la consolidación lento pero firme. «No hay secreto, es un trabajo de todos en equipo. Es una evolución como equipo también», admitía la tenista tras besar la copa. «Había pasado tiempo desde que no levantaba un trofeo tan importante. Cuando lo lograr es un alivio y una sensación de que todo sufrimiento ha valido la pena». El suyo propio y el del equipo que la acompaña.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación