Champions League

De Zerbi, ‘guardiolismo’ para dominar al Real Madrid

El entrenador del Shakhtar Donetsk, que maravilló a la Serie A en su reciente paso por el Sassuolo, planea someter al conjunto de Ancelotti mediante la posesión para así conseguir su primer triunfo en esta Champions League

Roberto De Zerbi durante la rueda de prensa previa al Shakhtar-Real Madrid Reuters

I. M.

En el pasado mercado estival, Roberto de Zerbi fue uno de los entrenadores más cotizados del panorama internacional después de firmar tres grandes campañas a los mandos del Sassuolo , uno de los clubes más humildes del calcio que bajo la batuta del bresciano jugó como los ángeles y que en varios cursos quedó a las puertas de Europa. Sin embargo, pese a tener varias ofertas en la misma Serie A, Roberto eligió ir al este de Ucrania, al Shakhtar Donetsk , un equipo asentado en la élite continental que se ajustaba a la perfección a las demandas futbolísticas del entrenador italiano; un equipo donde el juego es tan relevante como el resultado. Mañana, a las 21:00 horas en el Olímpico de Kiev, el campeón ucraniano se medirá al Real Madrid en un encuentro clave para ambos: el Shakhtar aún no ha ganado en esta Champions y los de Ancelotti necesitan levantarse tras las derrotas consecutivas ante Sheriff y Espanyol.

De Zerbi, ‘guardiolista’ declarado, hizo del Sassuolo un conjunto fiable, atractivo y, mayoritariamente, dominador del balón en su tiempo en la Emilia-Romaña. Aquel equipo, a pesar de no tener ni el músculo económico ni la calidad de los seis o siete clubes más importantes de Italia, fue uno de los principales responsables del resurgimiento del Calcio como una competición bella a la vista; una competición que a base de goles, ocasiones y partidos abiertos al fin dejó atrás su racanería ganada a pulso en décadas pretéritas. De hecho, con el permiso de la Atalanta, cuyo ascenso y consagración entre los grandes del continente tiene pocos precedentes en la historia, el Sassuolo de De Zerbi se codeó con la burguesía transalpina, la molestó y cerca estuvo de sustituir a alguno de sus integrantes perennes (en la campaña pasada empató a puntos con la Roma, aunque perdió el gol average y terminó octavo, fuera de la nueva Conference League).

Otro reconocimiento que se le atribuye al lombardo reside en ayudar a cambiar el estilo y la filosofía de la selección italiana como integrante indispensable de la nueva corriente que atraviesa al fútbol transalpino, un vanguardismo que reside en el juego propositivo (en un país amarrado a la tradición) y que fue distinguible en el combinado de Mancini en el alzamiento de la pasada Eurocopa. Además, en aquel equipo campeón había tres jugadores del Sassuolo: Berardi, Locatelli y Raspadori (los dos primeros fueron bastante relevantes durante el grueso del torneo).

Tras el éxito en el pequeño club centroitaliano, De Zerbi buscó un reto mayor y, aunque su decisión sorprendiera en su país natal, eligió al Shakthar, un club que lleva una década dominando en su país y destacando asiduamente en las mejores competiciones del continente. «Algunos clubes italianos me llamaron, pero creo que esta fue la elección correcta. No me importa el dinero ni el país, solo quiero ser yo mismo [...] El Shakhtar me convenció, las estrategias de fichajes deben ser compartidas, tanto en términos de ventas como de nuevos fichajes. Mi prioridad era poder trabajar siguiendo mis ideas », comentó el técnico a la ‘Gazzetta dello Sport’ tras su elección.

De momento, sus primeros meses en Ucrania son dubitativos. Su equipo es segundo en Liga a tres puntos del Dinamo de Kiev de Lucescu (leyenda en Donetsk) y último de grupo en Champions tras perder en la primera jornada en Tiraspol ante el sorprendente Sheriff y empatar a uno en casa frente al Inter. Como cualquier entrenador con una metodología compleja, el de Brescia necesita tiempo para implantar su idea en una plantilla llena de aristas donde un relevante núcleo de jugadores locales se mezcla con otro importante grupo de brasileños, los encargados de añadir el talento ofensivo al aquipo ( Tayson, Marcos Antonio o Pedrinho destacan en un conjunto que ya consiguió batir al Real Madrid en la temporada pasada).

Mañana, en el Olímpico de Kiev (aún lejos de su ciudad y de su estadio, destruido por en la Guerra del Donbás) el Shakhtar tratará de disputarle el balón al talentoso mediocampo del Real Madrid , un equipo que recuperará a su tridente insignia (Kroos, Modric y Casemiro) y que necesita una victoria balsámica que allane su camino en la Champions y llene de confianza a su plantilla de cara al clásico del domingo .

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