Tokio 2020

Gaviño: «Hemos aportado un granito de arena para que España haga grandes cosas en el futuro»

El joven jinete sevillano valora su participación en el Concurso Completo de equitación en los Juegos de Tokio

Francisco Gaviño y «Source de la Faye», compitiendo en Tokio

Sergio A. Ávila

De sus primeros Juegos Olímpicos , con sólo 24 años, se lleva el sevillano Francisco Gaviño el aprendizaje, la experiencia inigualable y haber terminado a lomos de su yegua, Source de la Faye , el Concurso Completo, la disciplina más exigente de equitación, desarrollada además en unas condiciones muy duras por los altos índices de humedad y la elevada temperatura registrada en Tokio.

Dice el joven farmacéutico que «en el cómputo global» se muestra « satisfecho » con el resultado conseguido, del que considera, «valorándolo ya en frío», que es «mejor de lo que pensaba cuando se fueron desarrollando las pruebas porque, después de 25 años, un jinete español ha logrado acabar el cross y los Juegos , lo que no sucedía desde Atlanta'96», cuando el también sevillano Ramón Beca logró el decimoséptimo puesto en la prueba individual y el séptimo por equipos, obteniendo de este modo el diploma olímpico.

Desde ese punto de vista, piensa Gaviño que su presencia en Tokio puede servir de acicate para revitalizar a nivel nacional el Concurso Completo. «Me quedo con eso, con ayudar a que la afición española siga subiendo su participación y aumentando las ganas de practicar el Completo. Desde el escaparate que son unos Juegos, hemos conseguido aportar otro granito de arena en el camino para que España haga grandes cosas en el futuro y estoy contento de haber podido contribuir a ello», resalta.

No obstante, y dada la autoexigencia que lo caracteriza, cree que podría haber obtenido un mejor resultado que el que indica la posición 44ª en que ha quedado clasificado. « No estoy contento con ninguna de las tres pruebas que he hecho porque creo que podríamos haberlo hecho mejor», confiesa el jinete. Sin poner excusas, »porque han sido las mismas para todos los caballos y todos los jinetes «, considera que la competición se ha visto afectada por »las condiciones climáticas, muy extremas», además de « un vuelo de veinte horas horas para los caballos» que también ha afectado a los equinos. Sin ir más lejos a su yegua anglo-árabe, Source de la Faye . «Cuando llegó a Tokio, sufrió junto a otros caballos una pequeña lesión muscular o enfermedad que se llama miositis , también conocida como enfermedad del lunes», causada por el largo periodo de tiempo que estuvieron sin poder moverse en el avión. «Es u n agarrotamiento excesivo de las fibras musculares », explica el sevillano, precisando que Source de la Faye sufrió, «como otros cuatro o cinco caballos que no pudieron competir, un episodio grave, aunque consiguió recuperarse a tiempo, pero en muchas peores condiciones que otros caballos».

Sin la fuerza habitual

Debido a ello, el rendimiento del animal no fue ya el esperado. «Ella, en la prueba de doma, se excita mucho, lo que me impide hacer ejercicios con precisión. Así que he de trabajarla mucho previamente para manejarla de la mejor manera posible. Y claro, con la miositis tenía miedo a que si le daba demasiado trabajo antes de la doma tuviera otro episodio, y ya dentro de la competición habría sido imposible recuperarla a tiempo». Con Source suele ir de menos a más en los concursos, pero no fue el caso en Tokio. La tónica se mantuvo en los dos días restantes de competición. « Ella normalmente hace crosses increíbles , nunca tenemos fallos, pero a mitad del recorrido noté que se vino abajo, que perdió mucha fuerza y se cansó muchísimo. Y entonces tuve que cambiar el objetivo y optar por acabar antes que por entrar en el tiempo. La gente no sabía que la yegua había tenido este problema y que no estaba bien. No estaba al cien por cien».

El tercer y último día pudo superar el corte de la segunda inspección veterinaria, la preceptiva en el Concurso Completo entre las pruebas del cross y el salto. Todo un éxito teniendo en cuenta cuáles estaban siendo las condiciones de la competición y la cantidad de abandonos. «Pudimos recuperarla bien gracias a José Manuel Romero, jefe de veterinarios del equipo español y pasamos la segunda inspección, que no lograron superar otros cinco caballos. Aparte, en el cross, un caballo tuvo que ser eutanasiado tras una lesión muy grave, una verdadera pena. Las condiciones y el nivel de exigencia que había en el cross eran extremas , lo que lógicamente impidió que tuviéramos un mejor resultado», valora Gaviño, que sobre todo achaca el resultado global al «cansancio acumulado de la yegua».

«En el salto, la yegua llevaba dos años sin tocar una barra y tocamos tres -señala-. Es verdad que en dos de ellas yo podría haber hecho mejor el planteamiento del trabajo, pero en unos Juegos, a este nivel y con la yegua tan cansada, me doy con un canto en los dientes de haber podido acabar«, destaca el sevillano, »satisfecho con que España haya podido concluir el Completo en unos Juegos 25 años después«. Desde este momento, y tras el necesario y oportuno descanso tras muchos meses de alta intensidad en la preparación enfocada en Tokio, Gaviño tiene » la mente puesta ya en París 2024 y, antes, en el Mundial de Roma , donde España tiene la posibilidad de clasificarse por equipos«.

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