Fue en Pontevedra, durante un Europeo celebrado en 2007, cuando Danuta Kozak subió por primera vez al podio en un gran campeonato. Ese oro logrado en el Embalse de Pontillón de Castro fue el primero de una larga lista que vendría después y que han situado a la húngara como una de las grandes referencias de este deporte a nivel mundial.

21 medallas en Europeos, 14 en Mundiales y otras tres en Juegos Olímpicos. 38 preseas que Kozak guarda como tesoro. Una lista que confía en seguir aumentando en la próxima cita olímpica de Río de Janeiro.

Tiene raíces polacas, aunque nació en Hungría y se muere por comer «Hortobangyi pancakes», unos rollitos rellenos de carne y verdura y cubiertos de crema que son típicos de su país. Con eso, asegura, coge fuerzas para afrontar las competiciones.

Aunque su especialidad es la velocidad pura, también ha ganado alguna medalla en pruebas de 1.000 metros, aunque eso fue al principio de su carrera. Con el paso de los años, Kozak se ha especializado en la distancia del medio kilómetro, que ha dominado con mano de hierro en el último Europeo de Moscú, donde ganó el oro en esa distancia en K1, K2 y K4 con Hungría.

Todos estos éxitos le han servido para ser una estrella en su país, que le ha condecorado con la Orden del Mérito Deportivo, en un deporte que es uno de los más importantes en Hungría.