Rafa Cabrera y Sergio García, en una sesión de entrenamiento
Rafa Cabrera y Sergio García, en una sesión de entrenamiento - REUTERS

Río 2016 | GolfGolf en los Juegos después de 112 años

Sergio García y Rafa Cabrera aparecen entre los favoritos en un campo nuevo que sorprende por su calidad y su excelente mantenimiento

Río de Janeiro Actualizado: Guardar
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La espera ha sido muy larga, pero ha merecido la pena. El golf vuelve a formar parte de la familia olímpica y quienes lo están viviendo en sus propias carnes se encuentran encantados. No hay más que ver las imágenes de ganadores de grandes como Bubba Watson, Martin Kaymer, Justin Rose o Padraig Harrington haciéndose fotos con ídolos como Michael Phelps o Andy Murray o acudiendo a eventos como los de hípica o tenis de mesa, tan alejados de los suyos. «Cuando están en lo alto de su disciplina son el centro del universo, pero cuando están aquí y ven la dimensión de los Juegos se dan cuenta de dónde están -señala el jefe de Prensa de la Federación Internacional, Gordon Simpson-.

Ya me han llegado noticias de que algunos de los que renunciaron a venir ya se están lamentando de ello».

Los comentarios de los sesenta privilegiados que van a vivir desde hoy la experiencia olímpica van todos en el mismo sentido: están encantados de encontrarse en Río. Incluso pasan por alto las incomodidades de llegar a un club aún sin rematar y con las instalaciones en precario. O la locura de unos transportes en los que pasan gran parte de su tiempo.

Una experiencia única

«Es una semana diferente, una experiencia increíble -señala Sergio García-. Rafa y yo estamos encantados de estar aquí y si no hubiera sido así lo estaríamos lamentando. No tiene nada que ver con lo que jugamos cada semana. Es muy emocionante, casi como volver a ser amateur, recuperar esas sensaciones de entrenamientos sin gente, de jugar sin dinero, sólo por el trofeo… es estupendo. Es una vez cada cuatro años y no me cuesta trabajo en absoluto venir aquí».

El sentirse parte de un colectivo superior y no competir para sí mismo es algo que está cautivando a Rafa Cabrera. «Hasta ahora ya he acudido a ver gimnasia, natación, baloncesto, vóley playa, tenis… la sensación de ser parte de la familia olímpica es muy chula. Estar aquí con el chándal nacional junto a los demás atletas en la Villa o en el comedores algo tan diferente que resulta muy bonito. Estoy encantado».

A pesar de que los plazos de construcción han sido muy justos, el resultado final en Barra de Tijuca ha sido brillante. «Los diseñadores han hecho un buen trabajo -confirma Manolo Piñero, el capitán español, también experto en esa tarea- porque han conseguido un recorrido muy natural y competitivo». En efecto, situado en la Reserva Natural de Mirapendi, se han preservado la fauna y la flora y es un espectáculo ver los animales que lo pueblan. «El campo es bueno, competitivo, con muchos contrastes, no parece que tenga un patrón concreto -apunta Rafa-. Hay hoyos anchos, estrechos, cortos, largos, hay pares 4 en los que llegas, agua… es decir, muy variado y completo. Además, hay mucha fauna curiosa. Hemos visto un par de capibaras (roedor del tamaño de un perro) que impresionan por su presencia. Pero miedo no hemos pasado. ¡Si en Florida jugamos entre caimanes!»

Un torneo abierto

En cuanto al formato de competición, serán cuatro jornadas medal play sin corte. Esto quiere decir que todos los jugadores competirán hasta el domingo. Por el criterio de selección estarán representados los cinco continentes y sólo habrá cuatro estadounidenses, lo que abre mucho el abanico de favoritos. Ahora toca trasladar todas las emociones positivas al campo de golf y los españoles están muy concienciados. Saben que este recorrido se adapta bien a sus posibilidades, aunque lo lanzan las campanas al vuelo. «Al ser un plantel más reducido de jugadores será más fácil quedar top 10, pero eso no es suficiente: aquí solo hay premio para los tres primeros», remata el canario, que jugará con Henrik Stenson y Tongchai Jaidee (16:09 h). Por eso Sergio, que lo hará con Patrick Reed y Emiliano Grillo (15:25), lanza su reto. «Tenemos las aspiraciones altas. A ver si empezamos bien y podemos concretar nuestras opciones de medallas».

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