Baloncesto
El relevo tranquilo de Laia Palau
La capitana, relegada a un papel residual en la pista de estos Juegos, mantiene su importancia dentro del vestuario en el que puede ser su torneo de despedida de la selección
El sorteo, otra vez la suerte de las bolitas, volvió a jugarle una mala pasada a España, invicta en la primera fase, que tendrá que enfrentarse mañana a Francia (14.00 horas). No había un rival peor en ese segundo bombo que las finalistas del último Eurobasket, a las que la selección deberá derrotar para acceder a las semifinales de Tokio 2020 .
Para conseguirlo, Mondelo deberá trabajar bien el plan de partido, como hace siempre. Diseño sobre la pizarra que solía tener su extensión en la pista en las manos de Laia Palau . Tradición que está cambiando en los últimos tiempos, pues la capitana ha ido perdiendo peso en el equipo hasta convertirse en una pieza casi residual en la pista, aunque mantenga todavía su importancia dentro del vestuario.
Basta charlar unos minutos con ella para darse cuenta de lo lista que es. Tiene la catalana una mente privilegiada, culpable en buena parte de que haya podido alargar su carrera deportiva más allá de lo esperado. Ahora, a punto de cumplir 42, sabe que su final está cerca y, lejos de preocuparse por brillar y acaparar minutos, lo que está haciendo es allanar el camino a las más jóvenes . Así ha entendido la jugadora del Uni Girona este último verano con la selección que escondía una aventura doble. Siempre generosa. Un servicio final para el equipo de su vida.
Antes del verano, Palau reconocía en ABC que le había costado mucho decirle sí a España. Después de una temporada muy complicada, no tenía claro si podría rendir con la energía y el respeto que merecía esta camiseta, pero la llamada de Lucas Mondelo la convenció. Le dijo el técnico que le ayudara. Que necesitaba su colaboración para darle un impulso a las jóvenes. Y a ello se lanzó Palau, siempre generosa y dispuesta a ayudar.
En Valencia, su presencia en la pista siguió siendo notable. Casi 16 minutos por partido en los que su aportación fue mínima, con solo seis puntos en todo el torneo y 3 asistencias de media. En Tokio, esos números se han reducido aún más, condenada Laia Palau al banquillo, desde donde cumple una labor de apoyo fundamental .
Es así como entiende su relevo tranquilo, encargada la capitana de apoyar a las veteranas y de impulsar a las más jóvenes. Mayte Cazorla es la llamada a sustituirla. El rostro amable de la nueva generación que ha irrumpido con fuerza este verano en el equipo. A la del Perfumerías Avenida le costó un poco en el Europeo, pero en Tokio se ha destapado, siendo una de las destacadas junto a Cristina Ouviña. Ambas están llevando la manija del equipo con la ayuda de Silvia Domínguez, con Palau sin protagonismo. Al menos, durante la primera fase, en la que Mondelo solo le ha dado minutos en el primer choque ante Corea, el más sencillo. Luego, ante Serbia y Canadá, solo 4,5 minutos de media. Un final pactado. «El equipo está jugando fenomenal, y si puedo aportar, aporto, y si no, estoy en el banquillo y me lo paso pipa . No hay problema con mi rol, es el que tiene que ser a estas alturas ya, lo que pueda ayudar fuera o dentro, estaré encantada de hacerlo», explicaba la veterana tras el duelo que cerró la primera fase. Tres de tres para España, que mañana se medirá a Francia.
Aun así, no quiere irse con un mal sabor de boca la capitana, devastada tras la doble derrota en Valencia. Porque tras renovar un año más con el Uni Girona, podría haberse pensado alargar también su periplo en la selección hasta el Mundial de Australia. Opción que se esfumó al no clasificarse España para la cita.
Por eso, estos Juegos aparecen como el final más probable y quiere Palau que sea en el podio. Para ello toca superar a Francia, en un camino hacia las medallas en el que Bélgica o Japón esperan en semifinales.
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