Crónica
España - Irlanda del Norte: Rodri saca a bailar a la sub 21 y la acerca al Europeo (3-0)
Derroche de ingenio del talayuelano, que elevó la ciencia del pase a otra categoría para que España tuviera siempre el control
Sergio Gómez, con un doblete, y Abel Ruiz anotaron los goles ante una afición ilusionada con el talento que viene
España deshoja sus últimas noches para regresar al Campeonato de Europa sub 21 . No quedan demasiadas. Georgia y Rumanía están cada día más cerca y esta selección, en cuanto certifique su sitio, irá con todo y contra todos. Porque el talento siempre ha derrumbado el minutero de cualquier reloj, y porque nadie ha ganado más ese Europeo que este equipo, que en su última noche sevillana, se fue directa al abrigo de su inteligencia ofensiva para ser honra de los centenares de aficionados que celebraron el Día de la Hispanidad con quienes más orgullosos se sienten de representar a este país cuando pisan el terreno de juego y escuchan el himno: los que aprenden a ser internacionales.
Lo cierto es que desde lo más alto de esta isla no se apreciaba bien: ¿Eran humanos o bailarines? The Killers presagiaba entre bufandas y banderas que hoy era el día de los tienen los pies fríos y el corazón caliente. Algo así resumía la letra. Por eso siempre se dice que cuando uno marca goles al rival le vierte por la cabeza del alma un jarro de agua fría, y cuando los recibe se enerva y todo late más fuerte. Rotó Luis de la Fuente sin permitirse quitar ni a Rodri ni a Miranda, que volvieron a sentirse niños de plaza como si la Cartuja fuese la Plaza Real talayuelana o la Plaza de España olivarense. La sub 21 carbura de principio a fin a las mil maravillas en términos posicionales y el resto es cuestión de insolencia en el más delicioso banquete de la osadía. Hay buffet libre para quien quiera sentarse y probar bocado. El único requisito esencial para acceder es querer jugar para que el resto juegue. Algo así comentaba el histórico Julen Guerrero , avezado componente del cuerpo técnico español, cuando veía cómo Rodri invitaba al resto al patio de su casa cartujana. Calidad hay de sobra para quien quiera servirse raciones. Sevilla le dio las llaves de la estabilidad y él responde con esa agilidad mental digna de los mejores: «Le da igual jugar por la izquierda o por la derecha, lo hace todo bien», comentaba con este periódico el mítico jugador del Athletic de Bilbao.
Sufrió horrores atrás la selección norirlandesa, que se vio sometida por el dominio absoluto de las promesas españolas. Especialmente, con un escaparate de desmarques de ruptura entre los extremos, donde Rodri gozó de lo lindo encontrando espacios a cada segundo. Abel Ruiz casi metía la primera que tenía España, y luego era Miranda quien lo intentaba a base de centros muy peligrosos. Pero el combinado de John Schofield estaba encerrado en la jaula del talento que había comprado España a precio de nada. En esa sinfonía de pases de oro que hacía vibrar a los españoles, Gaspar casi inauguró el marcador. El ritmo contagiaba al respetable, que veía cómo la sub 21 llegaba con verticalidad allá donde quería. Y fue Rodri quien, tras una asistencia de infarto, tendría una nueva ocasión en sus botas que Sevilla valoraba en su justa medida: «¡Rodri! ¡Rodri!» le gritaban las tupidas gargantas al ya asentado internacional. El jugador del Betis se guardó una forma muy especial de darle las gracias al público en la siguiente: probó una vaselina que casi sorprendió a Webber y otro ole deshizo la ola del graderío.
Sergio Gómez, el camino del gol
El catálogo de llegadas tenía, en su página 24, un gran centro de Carreira que daba en la mano de un defensor norirlandés. Sergio Gómez , que tan buena impresión dejó frente a Eslovaquia y es, probablemente, uno de esos jóvenes perspicaces que cualquier día de estos convocará Luis Enrique, acertó a los once metros y enarboló cielo rojigualdo tantas emociones como bufandas . Sería Rodri quien se la pondría luego al mencionado badalonés, que brillaba como la estrella sudafricana del pecho con una conducción en carrera poniendo el segundo tanto al palo corto tras una combinación de pases ordinarios que cerró una jugada extraordinaria. Más júbilo en la Cartuja, que disfrutaba de la fiesta consciente de estar presenciando a los jugadores del futuro que ya son presente.
Con los primeros compases del segundo acto, colgaba Vencedor un esférico que tenía ganas de conectar con Abel Ruiz . Llegaba el capitán al corazón del área para cabecear y aprovecharse del despiste de Webber con el que selló el tercero y definitivo. Luis de la Fuente aprovechó la tesitura para hacer algunos cambios, y Rodri recibió la ovación completa de Sevilla por la exhibición ofrecida. Nadie se quedó sentado. Relevó su chistera el intrépido Sergio Gómez, que bien podían haberle dado el balón por la asistencia brindada a Fer Niño en la que el roteño se topó con el guardameta en un remate fuerte que debió ir colocado. Se acaban cuatro partidos con cuatro triunfos de una selección española sub 21 que dice adiós a Sevilla mucho más cerca del Europeo que la semana pasada. Y que sigue creciendo tanto como el césped que lo hospedó: fértil y brillante, a la altura de su juego.
España: Agirrezabala; Miranda (Gutiérrez, m. 76), Fontán, Francés, Carreira, Rodri, Vencedor (Fer Niño, m. 72), Turrientes (Nico Williams, m. 56), Gaspar (Nico, m. 56), Sergio Gómez y Abel Ruiz.
Irlanda del Norte: Webber; McClelland, Balmer (McClelland, m. 66), Donnelly, Hume; Scott (Cousin-Dawson, m. 45), Galbraith, Boyd Munce, Lane (McGovern, m. 66) Conn-Clarke (Smith, m. 45) y Waide (O'Neill, m. 66).
Árbitro: Vitaly Romanov (Ucrania). Amonestó con tarjeta amarilla a Donnelly.
Goles: 1-0 (m. 25): Sergio Gómez. 2-0 (m. 31): Sergio Gómez. 3-0 (m. 55): Abel Ruiz.
Estadio: La Cartuja, ante unos 2.800 espectadores.
