Champions League

Unai Emery, la reivindicación del entrenador menospreciado

El Villarreal, tras vencer y convencer ante el Bayern en la ida, se cita con la historia esta noche en Múnich. Si no caen derrotados en el Allianz, los del técnico vasco estarán en la semifinal de la Liga de Campeones

Emery reconoce que el Bayern sigue siendo el favorito

El Villarreal se vuelve gigante ante el Bayern Munich

Emery, junto a Danjuma, en el entrenamiento previo al viaje del Villarreal a Alemania AFP

Iván Martín

Sorprendió en Almería, aguantó la presión de Mestalla y dejó una huella imborrable en Nervión, pero, cuando Unai Emery estaba en la antesala de escribir su apellido con mayúsculas en la historia del fútbol, erró. Bajo la batuta del vasco, ni PSG ni Arsenal lograron salir de la mundanidad en la que hoy aún habitan y su reputación como técnico se vio afectada.

Sin embargo, el Villarreal se cruzó en su camino para regalarle una segunda oportunidad. Unai llegó el estío pasado, armó un sólido equipo en torno a Parejo y Gerard Moreno, asombró al continente en la Europa League y batió al Manchester United en la final para entrar en la primera página de la historia del club amarillo. Y hoy (21.00 horas, Movistar Liga de Campeones 1), en Múnich, tras vencer y convencer ante todo un Bayern en casa, el Villarreal está a un paso de acceder a su segunda semifinal de Champions tras aquella de 2006, cuando el icónico penalti que Lehmann adivinó a Riquelme separó al pequeño pueblo castellonense del partido más importante de Europa.

Fútbol de autor

A diferencia de la Liga, donde la irregularidad ha convertido la cuarta plaza en un objetivo utópico, en esta Champions League el Villarreal ha mostrado una amalgama táctica donde ha alternado momentos de control con posesiones largas y pausadas, situaciones de presión sobre la salida del poseedor, partidos de repliegue y contragolpe para aprovechar a Danjuma y a Pino a campo abierto... Una variabilidad futbolística alineada con una enorme capacidad de sufrimiento (recuerden la primera parte de Turín), fortuna y acierto. Además, los de Emery están demostrando que tienen jugadores diferenciales para competir de tú a tú contra rivales previsiblemente favoritos. Tanto es así que, pese a la derrota, bailaron al United en Old Trafford, mataron al contraataque a la Juventus y arrebataron el balón al Bayern, que suerte tuvo de recibir solo un gol en La Cerámica.

«Estar aquí está bien, pero yo quiero pasar» , señaló, lleno de confianza, el entrenador guipuzcoano en la víspera del partido más grande en sus 14 años de carrera. Aunque, sea como fuere, su redención ya ha sido completada. Mientras tanto, en Villarreal hoy se acuerdan de Román, de Forlán, de Sorín y de Senna. También de Cazorla, de Bruno o de Rossi; hombres que llegaron al club cuando aún era pequeño y lo llevaron en volandas hasta una élite donde supieron asentarse con éxito. Aunque esta noche, en un reto enorme en Alemania, el Villarreal puede subir un escalón de prestigio en el seno del fútbol europeo.

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