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Caicedo y sus compañeros, celebrando el 1-0 - efe
copa del rey

Un doblete de Caicedo hunde a un Valencia que jugó con diez

El Español logró remontar ante el Valencia en los octavos de final de la Copa merecidamente. Bastó un 2-0 postrero para levantar el 2-1 de Mestalla

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Se le puso cuesta arriba la eliminatoria a los de Nuno antes del llegar al minuto 15, cuando Sergio García le robó un balón a Mustafi en zona a crítica y se dispuso a encarar a Yoel. El alemán, confiado ante la estrella perica, cortó el peligro por lo criminal y se ganó una justa expulsión. Los locales se crecieron con la superioridad y tuvieron nada menos que cuatro ocasiones de gol en poco rato. Fue un milagro que la primera parte acabara con el resultado inicial. Fue unidireccional. (Narración y estadísticas)

El canterano Rubén Duarte, que se doctoró en un choque de gran nivel, arrancó desde el lateral zurdo y dispuso de dos de las opciones más claras: una la sacó Yoel y la otra, al borde del descanso, la salvó Vezo bajo palos.

Stuani, siempre batallador, cabeceó a bocajarro rozando el primer palo y Víctor Álvarez, a instancias de Sergio García y Duarte, disparó alto en posición idónea.

Fue un baño la primera mitad, pese a la igualada, y la segunda empezó con la misma mala pinta para el Valencia, que volvió a salir vivo tras dos intentos de Stuani. Poco a poco, la frustación y el cansancio pesaron en la inspiración del Español, que sufrió un bache hasta la entrada de Salva Sevilla y Caicedo, protagonistas del gol que, con toda justicia, decantó el cruce.

Los cambios, decisivos

A falta de oxígeno y toque, Sergio encargó pelotazo y balón parado y celebró el esperado tanto del ecuatoriano, que cabeceó una falta gracias, todo sea dicho, a una salida deficiente de Yoel. La sentencia tuvo al mismo protagonista, Caicedo, que recibió en el área chica tras una gran jugada del eléctrico Lucas Vázquez por la banda derecha. Es cierto que el Valencia pagó caros los efectos de jugar con diez durante más de una hora, pero su falta de argumentos (sobre todo ofensivos) fue alarmante para un equipo que no juega competición europea y que se queda en enero sin más motivación que lograr billete de Champions para la próxima temporada.

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