Iván Gutiérrez, en el Mundial contrarreloj de 2006
Iván Gutiérrez, en el Mundial contrarreloj de 2006 - EFE
Ciclismo

El drama de Iván Gutiérrez: «Llevo once intentos de suicidio»

El exciclista del Movistar, subcampeón del mundo contrarreloj en 2005, explica el colapso mental que le sumió en una profunda depresión

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El exciclista Iván Gutiérrez, subcampeón mundial contrarreloj en 2005, habló anoche en El Partidazo de Cope sobre los problemas que le llevaron a abandonar el ciclismo y le sumieron en una profunda depresión que le han llevado a tener hasta once ingresos por intentos de suicidio.

Gutiérrez, que ahora tiene 38 años, comenzó a correr de forma profesional en el año 2000 en el equipo Once-Eroski, y dos años después fichaba por el Illes Balears, el actual Movistar, en un polémico traspaso. Desde entonces corrió siempre para el equipo de Eusebio Unzué.

Especializado en la lucha contra el crono, fue campeón del mundo sub 23 en 1999 y seis veces campeón de España, cuatro contrarreloj y dos en ruta.

Su mayor éxito llegó en 2005, cuando conquistó la medalla de plata en el Mundial contrarreloj disputado en Madrid.

En la Cope, explicó el inicio de su derrumbe personal: «En marzo de 2013 fue la primera vez que intenté hacerme daño. No sabía qué me pasaba en la cabeza pero no estaba bien. El ciclismo es un deporte muy difícil, estresante, y llegó un momento en que sentí que algo no funcionaba. Me retiré en el Tour de ese año por un colapso mental, por pánico. En los Pirineos me bajé de la bici. Solo tenía ganas de desaparecer de la carrera y luego del mapa».

Iván Gutiérrez
Iván Gutiérrez - Cope

Gutiérrez siguió compitiendo hasta el final de la temporada 2014, cuando anuncia su retirada al comprobar que, no solo no supera sus problemas, sino que van a más: «En muchos momentos deseé haberme estrellado contra una pared bajando y haberme roto treinta huesos, mejor que un problema mental». Pero aquello no termina con su odisea.

Sin embargo, bajarse de la bici no termina con su odisea: «Cuando lo dejé fui a peor. Pasé semanas sin salir de la cama y no me dejaban solo por si utilizaba mal la medicación. He tenido 11 ingresos por intentos de suicidio. Me tomaba todas las pastillas que tenía en casa. No podían dejarme solo por riesgo a que me hiciera daño».

Ahora cuenta su historia para ayudar a otros en su misma situación y porque ha empezado a ver la luz. Ha empezado a colaborar con el Racing de Santander, el equipo de su tierra. «No cobro, pero estoy, piso el césped... ¿Qué más puedo pedir, si son mi mejor medicina? El dinero no da la felicidad».

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