Al pi de una encina

Hasta el gorro

Ya le costó el puesto a una ministra que, como ahora, consideraba que todo valía contra el agro, sus habitantes y los cazadores

Marqués de la Serrna

El próximo día 20, el mundo rural, los de la pana y el cuero junto con quienes usan cachemira y ante, se van a reunir a lo largo del paseo de la Castellana para decir que están hartos, que desde los despachos no se puede legislar para los que trabajan, sueñan e intentan vivir en las llanuras mesetarias o en los variados montes patrios, cuidando huertas o conduciendo tractores. Y por supuesto los de escopeta, rifle, arco y hasta tiragomas.

Hace años, la caza ya se manifestó y le costó el puesto a la ministra que, como ahora, consideraba que todo valía contra el agro, sus habitantes y los cazadores.

Estos políticos, ignorantes en casi todo y que solo han pisado cemento, aspiran a que nuestra España sea tan distinta que pierda hasta su nombre. Su ideal es números de DNI, no personas, masas amorfas fáciles de adoctrinar y urbanitas sin arraigo, pero en el campo y quienes allí viven son más independientes, tienen tiempo para reflexionar y constituyen unos españoles cercanos a la realidad que se resisten a ser aborregados.

Como están dispersos, se les puede decir, sin sonrojarse, que las escuelas no son para ellos, ni los bancos ni los servicios públicos, y que para tan pocos no merece la pena asfaltar caminos; en fin, que no merecen disfrutar de su nación pues ni siquiera son ciudadanos ya que no viven en ciudades. Los que nos gobiernan igualan a las personas con los animales, persiguen a los nasciturus y condenan a los viejos pero se permiten acusar a los cazadores. Prefieren el bienestar animal a las necesidades de los humanos, les gusta contemplar cómo el lobo prolifera a costa de los ganaderos y a los predadores en su nueva Jauja, mientras el producto agrícola se desploma y el beneficio desaparece.

La manifestación del 20 de marzo es, sobre todo, un clamor para afirmar que los españoles podemos escoger cómo deseamos vivir, que nos gusta nuestro país como es, que estamos orgullosos de nuestra historia, que nuestras instituciones se han formado y asentado a lo largo de los siglos, que la monarquía forjó nuestra patria, da estabilidad y garantiza la independencia de quien está al frente de la sociedad, y que nos emociona el rojo y gualda. Y por todo ello nos vamos a manifestar.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación