CÁDIZ CF

Hugo Vaca: «En Elche ascendió la ciudad de Cádiz»

El que fuese jugador del Cádiz CF rememora una de las historias narradas en el cómic ‘La vida en amarillo’

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LA VOZ ofrece el próximo domingo 30 de abril, y por sólo 4,95 euros junto con el periódico, el cómic del Cádiz CF. 'La vida en amarillo' recoge en un original formato las inolvidables vivencias de la entidad de Carranza. Y lo hace a todo color, con las espectaculares ilustraciones de Luis M. Cabrera y el guion del escritor y periodista Dani Pinilla, que sirven para ensalzar las hazañas que los mayores han dejado en herencia a sus hijos como un extraordinario legado.

Un libro único de 88 páginas a color, con textos e ilustraciones inéditas, testigos imborrables de un sentimiento inexplicable. Entre ellas destaca la del ascenso a la máxima categoría en Elche el ya lejano 24 de mayo de 1981.

Hace casi 36 años.

Allí, en el Martínez Valero, se encontraba Hugo Vaca, que aquel día formó parte del once cadista junto a Bocoya, Juan José, Dos Santos, Amarillo, Manolito, Pepe Mejías, Mané, Luque, Zúñiga y Choquet. Desde el banquillo era Milosevic el encargado de dirigir las riendas de un equipo para la historia.

Hugo Vaca, que estuvo cinco temporadas en el césped con la zamarra cadista (entre 1978 y 1983), recuerda con ilusión aquel momento. «Nadie daba un duro por un equipo con una media de 22 años, extremadamente joven. Se trataba de un Cádiz CF atrevido sobre el césped, pues contaba con unos niños traviesos sobre el terreno de juego y esas travesuras estaban bien canalizadas por Milosevic, que para nosotros era más un padre que un entrenador», rememora.

Del balcánico apunta: «Milosevic nos dio la tranquilidad que necesitábamos y en el Martínez Valero fue un ejemplo. Salimos dos horas antes de Alicante y al llegar a Elche nos encontramos con una gran aglomeración. Entramos 45 minutos antes al campo y allí estaban más de 60.000 personas. Todos en el interior. Milosevic entró, miró y hasta los fosos estaban llenos de gente. Recuerdo que nos dijo: 'Mirad todos los que gritan. El balón no se mueve. Lo movéis ustedes'». Una historia inolvidable que merece la pena ser recordada en este cómic.

Y apunta: «Aquella temporada se unió todo y lo tomamos como un divertimento en el mejor sentido de la palabra. Para nosotros el fútbol era una pasión y lo demostramos».

Tal y como se recuerda en el cómic, Hugo Vaca detalla aquellos momentos: «Llegamos a Elche y Evaristo Carrió, que era el técnico Elche, se equivocó al regalarnos el campo porque a ellos, que eran favoritos, les valía el empate para ascender. Sin embargo, Zúñiga marcó y nos lo creímos. Y eso que 65.000 personas, todas de pie, estaban presentes en un estadio con capacidad para 45.000 personas». Y continúa el argentino asentado en tierras gaditanas: «Vino el empate, pero seguimos trabajando y en una gran jugada de Juan José, Pepe Mejías aprovechó el centro para lograr el 1-2. 10 minutos después subimos a Primera».

Lágrimas de rabia y emoción

Aún recuerda al detalle sus primeras sensaciones al consumarse la gesta. «Me acordé de mi familia, de mis padres. Recuerdo que llegué al vestuario y era una auténtica fiesta. Yo me quedé en un rincón llorando de emoción porque pasamos muchas vicisitudes esa temporada, con algunos meses sin cobrar, la prensa nos trató muy mal... Tanto que estuvimos dos meses sin hacer declaraciones. Si lo sacamos adelante es porque el grupo estaba unido y nadie del exterior lo rompió. Superamos adversidades y el grupo fue mucho más fuerte. Éramos un bloque unido y preparado para cualquier ataque externo. Recuerdo que lloraba de rabia y emoción. Jamás olvidaré ese momento», relata.

Y es que, Hugo Vaca, gaditano de adopción pero que por aquel entonces era uno de los pocos foráneos de la plantilla, no deja dudas: «Más que ascenso del Cádiz CF, se trató del ascenso de la ciudad de Cádiz. Era un equipo en el que el 80 por ciento era de la zona y eso hizo que tuviera un valor simbólico que aún perdura. Más allá de ser un ascenso. El primero es más importante, pero éste fue el de los gaditanos».

Ahora, más de 35 años después y salvando las lógicas distancias, Hugo Vaca ve ciertas similitudes con aquel ascenso. «Entonces no estábamos presionados y ahora ocurre igual. No hay obligación de subir, pero la posibilidad está ahí y hay que buscarla y pelearla», apunta. Y añade: «La semana previa al encuentro en Elche la vivimos con mucha tranquilidad, pero estábamos mentalizados. Subíamos a Primera si ganábamos y eso lo sabíamos. Luchábamos por eso, aunque la presión era del Elche».

Asimismo, Hugo Vaca recalca: «Existía mucha igualdad y 21 días antes de subir en Elche nos gritaban 'tongo, tongo' porque íbamos 0-1 ante el Recre en el Carranza y la semana anterior perdimos en Linares. Al final ganamos 3-1». La clave estaba, tal y como comenta Hugo Vaca en «la fortaleza de grupo homogéneo de compañeros y amigos. Siempre basados en valores como humildad, solidaridad y lucha. Nada se daba por perdido en un equipo que también tenía la calidad de futbolistas como Pepe Mejías y Mané».

El valor de la cantera

Una historia basada en la cantera que actualmente es prácticamente imposible emular. «Han cambiado mucho las cosas y la reglamentación. Antes había derecho de retención por parte de los clubes y ahora eso no sucede. Si hay jugadores de proyección, los clubes e intermediarios aprovechan la tesitura, así que un ascenso como aquel es muy difícil que se pueda repetir. El fútbol ha cambiado. Antes la reglamentación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) obligaba a alinear a dos jugadores menores de 20 años y nosotros contábamos con varios con calidad indudable. Y se demostró», apostilla.

Mucho sentimiento en una de esas historias que el abuelo le cuenta en el cómic a su nieto para que sienta una de las pasiones del gaditano, para que saque del armario su camiseta con el escudo de Hércules y se deje la garganta en el Ramón de Carranza.

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