(AUDIO) Ambrosini: «El sábado iré a Carranza en bicicleta desde Chiclana»

Ambrosio Sánchez. Él es. ‘Ambrossini’, conocido así en su Chiclana de origen por sus imitaciones del cantante italiano Eros Ramazzotti, es el personaje más buscado del momento. Sin el maillot rojo, no más que el torso bronceado por un sol de justicia en plena curva y tras horas de espera; sin la preparación física adecuada como denota el ‘pitillo’ que asomaba entre sus labios, que se aferraban a la colilla. Sin bicicleta… hasta que el profesional Ben King resbaló justo delante de sus narices y se formó la montonera en la cuarta etapa de la Vuelta Ciclista a España, que este martes pasaba por su tierra.

Entonces algo ocurrió. En un instante. Ambrossini tomaba el control de la situación, con las cámaras de Televisión Española como testigos no solo para los aficionados de la península sino para los ojos de todo el mundo.

Separaba dos bicicletas que se habían quedado enganchadas y, justo delante del estadounidense, se subía en el vehículo y hacía el amago de llevársela ante la incredulidad de Ben King, los demás corredores, los espectadores y de quien estuviera viendo aquella secuencia en primer plano.

Los medios internacionales se hacen eco de tal noticia. Unos apuntan que un aficionado intentó robarle la bici al ciclista en plena carrera; otros comentan que solo intentaba ayudar poniendo bien la cadena y el manillar. Especulaciones.

LA VOZ ha contactado con el gran protagonista de la Vuelta Ciclista a España, aquel que incluso le ha robado los focos al flamante segundo puente. ¿Por qué lo hizo? «Me subí a la bicicleta por el cachondeo», comenta Ambrossini con una sonrisa. Aficionado cadista de fondo sur y gran animador de los partidos en esa grada, este chiclanero es bien conocido por su sentido del humor, por estar siempre haciendo bromas.

(Entrevista en Deportes Cope Cádiz)

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«Vi que se había caído y me dio bastante pena porque se hizo daño, iba lleno de raspaduras, con sangre. Le dije: Me voy a Vejer, que tú estás ‘escoñao’. No sé lo que me diría porque me habló en inglés pero creo que no le hizo mucha gracia». Al margen de ello, insiste en que intentó ayudar porque la caída se produjo justo delante de él.

«No quería robarle la bici, eso es imposible, no soy carajote», comenta Ambrosio, que nada más coger el móvil ya tenía «200 ‘whatsapp’ de los amigos» informándole de la repercusión que había tenido su hazaña.

Como tantos que este martes se han asomado a las calles de Cádiz y su provincia, Ambrossini no es un aficionado al ciclismo, «mi pasión es el Cádiz CF, pero salía de trabajar y me acerqué para ver la carrera porque es un espectáculo. Muero por el Cádiz, el sábado iré a Carranza en bicicleta desde Chiclana». No venía de la playa; «no, iba sin camiseta porque tenía calor», y justo llegaban los ciclistas cuando apuraba un cigarrillo. Era su momento. Hasta tiene el apodo de ‘esprinter’ transalpino, hubiera presentado batalla en esa Subida a Vejer. No pudo ser. Dos simples segundos, pero dos segundos siendo un corredor más de la Vuelta Ciclista a España.