Lamar Odom, con la camiseta del Baskonia
Lamar Odom, con la camiseta del Baskonia - ACB
Baloncesto

Los 21 días que Lamar Odom pasó en Vitoria

El jugador fue el fichaje estrella del Baskonia el año pasado, pero la experiencia salió rana

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En febrero del año pasado, el Laboral Kutxa anunciaba a bombo y platillo el fichaje de Lamar Odom. El estadounidense, que se debate entre la vida y la muerte tras aparecer inconsciente en un burdel en Las Vegas, aterrizó en España el 19 de febrero. Junto a él en la maleta llegaban a Vitoria el inmenso caché de todo un número cuatro del draft, más de 1.000 partidos jugados en la NBA, dos anillos de campeón y un Mundial de baloncesto. Odom llegó a promediar 14,4 puntos y 10,6 rebotes por partido en su mejor temporada con los Lakers. Firmó un contrato temporal por dos meses.

Detenido en el verano de 2013 por conducir bajo los efectos de las drogas y convertido en agente libre desde noviembre de 2013 tras abandonar los Clippers, quería recuperar la forma en Europa para acometer su regreso a la gran liga del baloncesto.

«Estoy muy feliz de estar aquí, espero tener una gran temporada», dijo nada más llegar.

Sergio Scariolo, entrenador del Baskonia en aquel momento, se hartó de pedir paciencia para un jugador que, pese al aura de estrella, llegó fuera de forma y pasado de kilos.

El debut de Lamar Odom se produjo en la Euroliga el 27 de febrero, ocho días después de su llegada. Se estrenó contra el Unicaja. Jugó seis minutos en los que falló el único tiro que intentó (un triple), capturó dos rebotes y colocó un buen tapón a Jayson Granger.

El 2 de marzo después volvía a la cancha para medirse al Valencia Basket en La Fonteta. Dispuso de 17 minutos y anotó sus dos primeros (y últimos) puntos con el Laboral Kutxa tras una serie de cinco lanzamientos con un único acierto.

Fue su única actuación como baskonista. El 15 de marzo, el Laboral Kutxa emitía un comunicado en el que anunciaba la rescisión del contrato con Odom. El motivo oficial, una lesión en la espalda del jugador que le obligó a viajar a Estados Unidos para tratarse.

«Ahora en Vitoria y en Baskonia tengo un hogar que me espera; es un lugar al que siempre volveré», dijo en su despedida, aunque nunca más se le volvió a ver por allí.

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