Imagen de archivo de la (D)emencia, en el Palacio de Vistalegre
Imagen de archivo de la (D)emencia, en el Palacio de Vistalegre - IGNACIO GIL
Liga Endesa

«Si gana Podemos, os van a fusilar»

Un sector de la (D)emencia, grupo de animación del Estudiantes, dirigió esta consigna a los seguidores del Real Madrid al término del pasado derbi

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La hostilidad que envuelve a un derbi queda retratada en la fuerte rivalidad que se esconde entra las respectivas aficiones. Desde tiempos pretéritos, la parte de leyenda negra que ha acompañado a este tipo de partidos se ha cimentado en lamentables episodios que trascienden más allá del terreno de juego. Con el fútbol siempre en el centro de todas las miradas, este vez fue un pabellón de baloncesto el epicentro de la discordia. Al término del partido entre el Real Madrid y el Estudiantes, disputado en el Palacio de los Deportes, un sector de la (D)emencia decidió entrar en escena mientras esperaban a ser desalojados por la Policía.

Con los jugadores ya en vestuarios y gran parte de la hinchada local fuera del recinto, este grupo de la afición colegial aprovechó para cantar a los pocos madridistas que quedaban: «Si gana Podemos, os van a fusilar».

Un «alarde» de ingenio que no encontró respuesta en el propio escenario de la contienda, pero sí en las redes sociales, donde varios usuarios denunciaron públicamente la consigna proferida.

Aunque el acta arbitral no recogió los cánticos, la Comisión Antiviolencia podría actuar de oficio si lo considerase oportuno. De hecho, el Real Madrid ha solicitado a la ACB que inste a la propia Comisión a investigar el hecho, procedimiento que ya realizó una jornada antes para denunciar los cánticos que recibió Rudy Fernández en Murcia («¡Rudy, muérete!»).

Estos incidentes llegan después de que, a raíz de los pitos al Rey y al Himno Nacional que se escucharon en la pasada final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Barcelona, Antiviolencia advirtiera a la ACB de que es su «responsabilidad» el evitar que en las competiciones que organice no sean utilizados para difundir o transmitir «mensajes o simbología que pese a ser ajenas al deporte, puedan incidir, negativamente, en el desarrollo de las competiciones».

«Nuevos» actos violentos

Hace apenas tres semanas, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, anunció una posible reforma de la Ley 19/2007 contra la violencia para considerar los insultos como actos violentos y que se prohíba formar parte de grupos considerados radicales, así como portar símbolos o emblemas de éstos.

La posible reforma de la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, en la que el CSD trabaja de forma conjunta con el ministerio del Interior, ampliaría el ámbito de aplicación de la normativa sobre seguridad pública e incluiría la prohibición de entonar cánticos racistas, xenófobos e intolerantes.

Precedente en el fútbol

Fue precisamente el propio presidente del CSD quien, días después de la trágica reyerta entre radicales del Frente Atlético y Riazor Blues que terminó con la vida de Francisco Javier Romero Taboada, «Jimmy», solicitó estrechar el cerco a los cánticos ofensivos dentro de los estadios de fútbol. «Hemos exigido que en todos los encuentros que se disputen los informadores de la Federación Española de Fútbol estén apoyados por la creación de la figura de oficiales especializados y coordinadores de seguridad, que colmen la laguna que existe sobre la falta de información de los órganos sancionadores. Toda la violencia verbal que no se ha reflejado hasta ahora va a ser suministrada».

Cuatro meses después de aquella declaración, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha interpuesto numerosas denuncias ante el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y a la Comisión Antiviolencia. El último ejemplo tuvo lugar en el partido de la pasada jornada de Segunda División Recreativo-Betis, donde varios cánticos de una parte de la afición visitante fueron denunciados por incitar a la violencia y el racismo.

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