Las cifras avalan a Luis Suárez

Tras anotar cuatro goles en los primeros cinco partidos de Liga, Luis Suárez afrontaba el duelo de ayer contra el Elche con el objetivo de disipar las dudas que habían surgido en torno a su figura. El primer contratiempo de la temporada llegó cuando un positivo por coronavirus le tuvo apartado del equipo dos semanas, y tras superar la enfermedad, encadenó una sequía de tres partidos que había alimentado el rún rún sobre su rendimiento. Visiblemente incómodo sobre el campo, Luis Suárez apenas gozaba de ocasiones, y las pocas de las que disponía, las erraba por una mezcla de ansiedad y falta de minutos. Esto provocó que Simeone le sustituyera en los tres últimos partidos, a lo que el futbolista respondió con gestos de enfado y sonrisas irónicas.

Quizá por eso su entrenador se vio en la necesidad de salir en rueda de prensa a acallar el debate, poniendo sobre sus hombros la culpa del bajo rendimiento del delantero: «El primer responsable soy yo, más que él. Nada más salir del Covid lo pusimos a jugar sin darle tiempo. Esperemos que mañana [por el sábado] nos encontremos con el futbolista que el equipo necesita, determinante y uno de los mejores que hay». Así las cosas, se esperaba que Luis Suárez, en casa ante un rival inferior, dejase atrás su sequía de cara a puerta.

No fue un partido fácil, con un Elche bien colocado atrás y un Atlético al que le costó crear ocasiones. Pudo disponer de un penalti Luis Suárez nada más comenzar, pero inició la jugada en fuera de juego y la infracción, señalada por el árbitro, se rectificó en el VAR. Poco después, antes del descanso, el uruguayo desperdició un disparo desde la frontal del área que reflejaba bien, tanto esas ganas de ver puerta, como esa ansiedad por hacerlo.

Sin embargo, antes del descanso apareció de nuevo para acariciar un centro lateral de Trippier y mandar a la red el primer tanto del partido. Sonrisa de Luis Suárez en la celebración mientras convencía a sus compañeros de haber rozado la pelota lo justo para que el gol fuera suyo. Y así lo confirmó la repetición.

En la segunda mitad, de nuevo gracias a un centro lateral, esta vez nacido en las botas de Carrasco en la banda derecha, Luis Suárez apareció en el segundo palo para firmar su doblete. Se trataba de su séptimo gol en nueve partidos, lo que le convierte en uno de los máximos goleadores de la Liga. Cabe recordar que el uruguayo se ha perdido tres partidos por lesión y el Atlético tiene que recuperar aún dos encuentros pendientes.

Tras los noventa minutos, Simeone volvió a referirse a la situación de su delantero: «Todos los jugadores tienen un trato personal, el carácter de cada uno es diferente y los jugadores son como los hijos, cada uno se maneja en la familia de distinta manera con ellos», empezó diciendo. «Me alegra mucho, sobre todo el segundo gol que marca. Está esperando hasta el último minuto para no quedarse en fuera de juego y en su imaginario acabe siendo encontrando por una buena acción de Carrasco para lograr el segundo gol», añadió. Como en anteriores partidos, Luis Suárez fue sustituido, pero esta vez sin aspavientos ni malas caras, sino con la sonrisa del deber cumplido.

Al final del partido, el otro protagonista de la tarde, Diego Costa , su compañero y competidor en el ataque, también tuvo buenas palabras para él. El hispano-brasileño volvía tras recuperarse de la trombosis venosa sufrida en su pierna, y lo hizo anotando de penalti el tercer gol del partido. «Suárez no estaba metiendo, el cabrón, pero volví y metió dos», dijo riendo. «Ojalá que siga así. Estoy muy feliz por él, es un goleador y cuantos más goles meta, mejor para el equipo. Vamos a seguir peleando, con respeto entre nosotros. Al final es eso, salió y metió dos goles, entré yo y metí otro. Si queremos conquistar algo grande tiene que ser como en la temporada que ganamos la liga. Teníamos equipazo, salía uno, entraba otro y estaba a la altura».