Tablas en un vibrante duelo celta

Los dos equipos más poderosos del hemisferio norte en los últimos años, Irlanda y Gales, se enfrentaban a las primeras de cambio en el Seis Naciones. Y los bicampeones de las cuatro ediciones más recientes volvieron a demostrar su igualdad (16-16), en un partido de poder a poder.

De entrada los locales salieron a por todas, con una gran soltura en su juego de ataque, buscando los choques y los pases en corto. Además, su pateador Sexton arrancó con dos transformaciones (0-6) y a los 13 minutos tenían encarrilado el partido. A pesar del coraje galés, que no dejaba de intentarlo a pesar de perder por lesión a su estrella Biggar, la ventaja verde se incrementó con un ensayo de Murray y una conversión del propio Sexton.

De manera que a doce minutos del final tenían una cómoda ventaja (13-0) y hacían soñar a sus seguidores con el triplete.

Mas, lejos de darse por perdidos, los del XV del Dragón tiraron de casta y forzaron más su juego de ataque. Entonces llegaron el acierto pateador de Priestland y el "try" de Faletau para alcanzar el descanso con (13-10) y dejar las espadas en lo alto de cara a la segunda parte.

Fue en la reanudación cuando los galeses remataron su remontada. Con la buena pierna de Priestland empataron (13-13) y, después de múltiples fases rocosas, con una emoción propia de los ancestros del rugby, tomaron la delantera a falta de ocho minutos para el final (13-16). Los del Trébol se vieron favorecidos a continuación por un error táctico visitante y eso les propició poder igualar con un golpe de castigo de Sexton (16-16).

Los últimos momentos fueron frenéticos, de infarto. El partido se pudo haber decantado hacia cualquier lado, pero ese resultado ya permanecería inalterable pese a los esfuerzos de ambas escuadras por superar unas líneas defensivas contrarias del todo infranqueables. En el Aviva dublinés las defensas fueron los mejores ataques.