Las mayores jugarretas del deporte

Frenar la moto al rival, simular un accidente o terminar un maratón en metro

E. Yunta

1

Frenar la moto al rival

Nunca se había visto en una carrera de motos, un deporte con tanto peligro por sí solo que no necesita de ninguna trampa para aumentar la adrenalina. Pero no pensó en nada de eso Romano Fenati. El piloto había tenido sus más y sus menos con Manzi a cuenta de un adelantamiento agresivo. Pero Fenati respondió de una manera peligrosísima: alargó la mano para cerrar el freno de su rival. Por suerte, no pasó nada para Manzi. Fenati recibió la bandera negra.

2

Los discapacitados de España

La selección española de baloncesto se proclamó campeona en los Juegos Paralímpicos de Sidney , en el año 2000. Tenía un equipazo que arrasó en cada uno de sus partidos, pero luego se descubrió que 10 de los 12 jugadores no sufría ninguna discapacidad intelectual . Es más, varios jugadores militaban en equipos de la Liga EBA y hasta había un periodista, que luego se justificó diciendo que estaba trabajando para un reportaje. Un bochorno de magnitud mundial y España, claro, tuvo que devolver el oro.

3

El autoaccidente de Piquet

En 2008, en una nocturna carrera de la Fórmula 1 en Singapur, Nelsinho Piquet perdió el control de su Renault y tuvo un accidente tremendo. Se activaron los protocolos pertinentes, pero luego se descubrió la trampa. En realidad, fue una maniobra del equipo para beneficiar a Fernando Alonso, que al final ganó esa carrera porque salió el coche de seguridad. Piquet dijo en primera instancia que había sido un error de pilotaje, pero la FIA sospechó sobre el asunto y dejó en evidencia a todos. Piquet (que luego desveló que le habían sugerido provocar el choque contra el muro ) y Alonso fueron absueltos, pero Briatore, entonces jefe de todo en Renault, fue expulsado de la F1.

4

Cápsulas de sangre en el rugby

Un deporte tan noble y caballeroso como el rugby se llevó las manos a la cabeza por una trampa tremenda. Tom Williams , jugador de los Harlequins, equipo de la Premiership inglesa, se metió en la boca una cápsula que, una vez mordida, simulaba un chorro de sangre . Buscaba ser sustituido para que se realizara un cambio y entrara un compañero mejor preparado para patear un golpe de castigo. Al jugador se le sancionó tres años y al entrenador del equipo uno.

5

El mayor engaño de la Premier

Ali Dia (20 de agosto de 1965) tenía más de 30 años cuando se le presentó la oportunidad de su vida. Iba a debutar en la Premier con el Southampton porque el equipo estaba muy necesitado de delanteros y porque llegaba con una carta de recomendación. Graeme Souness, el entrenador, apenas pudo probarle antes del día en cuestión, pero no le quedaba otra que fiarse de aquella llamada de George Weah, mítico delantero liberiano que vendía las virtudes de su primo. Obviamente, ni era Weah ni su primo era futbolista . Después de aquel esperpéntico debut no volvió a saberse más del que ha sido considerado por muchos como «el peor jugador de la historia».

6

La bola, un poquito más cerca

También el golf tiene su capítulo negro. En la previa del British de 1985, un jugador que responde al nombre de David Robertson repetía una trampa hoyo tras hoyo. Iba con celeridad al «green» y se adelantaba la bola unos cuantos metros. Después de 14 hoyos, sus compañeros de partido empezaron a sospechar y avisaron al árbitro. Fue descalificado, se le puso una multa de 30.000 euros y le cayó una sanción de 30 años sin jugar en torneos profesionales.

7

Puñetazos con yeso

Luis Resto era un boxeador del montón, un deportista sin demasiado palmarés que se enfrentaba a Billy Collins en un combate muy desigual. Collins ya tenía un nombre en el mundo del boxeo, pero perdió de forma sorprendente. Con el tiempo, se descubrió que su entrenador, Carlos «Panamá» Lewis, había puesto yeso en el interior de los guantes de su pupilo. De ahí la dureza de sus golpes. Lewis fue castigado con un año de cárcel.

8

La mano de dios

Hay muchísimas trampas en el fútbol, pero la más emblemática es la mano de Dios de Diego Armando Maradona . Fue en el Mundial de México 1986 y la estrella argentina, que hasta entonces lo era todo, torturó a Inglaterra con aquel golazo en el que recorrió medio campo sorteando rivales y con la mano de dios. Eran los cuartos de final y Argentina, que luego ganó ese Mundial, se impuso 2-1. «Fue un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios», desveló. De cabeza, nada. Mano en toda regla.

9

Un pene falso para camuflar el dopaje

El fondista Devis Licciardi pensaba tenerlas todas consigo pero un control antidopaje descubrió su secreto. El atleta italiano de 28 años usaba un pene falso que guardaba dentro de los calzoncillos y que contenía orina limpia para eludir los exámenes antidroga. El corredor, miembro del equipo Aeronáutica Militar y especialista en 3.000 metros, participó en un campeonato nacional en la ciudad de Molfetta, en la provincia Bari. Cuando finalizó la carrera fue sorprendido con un test después de que el Comité Italiano llevara tiempo sospechando de que Liciardi tomaba sustancias prohibidas.

10

Un maratón a la velocidad del metro

Rosie Ruiz destrozó el cronómetro en el maratón de Boston de 1980, dos horas, 31 minutos y 56 segundos. Pulverizó su propia marca personal que firmó antes en Nueva York. Pero la estadounidense, de origen cubano, levantó sospechas desde el inicio por sus buenos tiempos y por lo fresca que estaba al termino de las carreras, como una rosa después de 42 kilómetros y sus 195 metros. Claro, fue en metro.

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