Kimbo Slice, de «gorila» de discoteca a la élite de la lucha

El mundo de las artes marciales mixtas se ha teñido de luto por el inesperado fallecimiento de Kevin Ferguson, mundialmente conocido como Kimbo Slice. Se ha marchado sin avisar. Como se van muchos de los grandes. Y eso que, durante toda su vida, no fue especialmente un hombre reservado. Polifacético y carismático, ha encontrado la muerte a sus 42 años y deja huérfano de padre a seis hijos. Tenía programada una pelea contra James Thompson como cabeza de cartel en el Bellator 158 el próximo 16 de julio en Londres. Pero ayer perdió la última batalla de su vida.

Kimbo Slice nació en 1974 en las Bahamas, pero su madre le crió junto a sus dos hermanos en Florida.

Allí estuvo escolarizado y es donde utilizó por primera vez sus puños al verse involucrado en una pelea con 13 años. Se estaba forjando un temido luchador. Continuó con sus estudios en la Escuela de Secundaria Miami Palmetto, donde se desenvolvía con una habilidad estelar en el fútbol americano. Sin embargo, su vida no ha sido coser y cantar. Más bien descoser y luchar. En 1992, su casa en Perrine (Florida) fue arrasada por un huracán y tuvo que dormir durante casi un mes en un coche.

La necesidad de ingresar dinero hizo que Slice comenzase a trabajar como «gorila» en una discoteca de striptease. Posteriormente, fue conductor de limusina y guardaespaldas de ciertas personas de relevancia. Pero él necesitaba algo más. Así, en 2003 se inició en una carrera que ya no iba a poder frenarla nadie. Las peleas callejeras. Una clandestinidad que a la postre le convirtió en uno de los primeros «youtubers» por la cantidad de seguidores que esperaban ver sus vídeos. Se distribuían siempre por internet. Y tenía innumerables adeptos. Dicen que el apodo de «Slice» (raja en inglés) se lo pusieron sus aficionados tras su primer combate callejero en el que le hizo un gran corte en el ojo derecho a su oponente.

Kimbo Slice ganaba todas las peleas no autorizadas. Siempre por KO. Su superioridad en la calle era aplastante. Pero los luchadores de artes marciales mixtas no le tomaban enserio. Miguel Ángel Camacho (Miggy C.), un experto en esta disciplina (AMM), cuenta que «muchos peleadores profesionales le vacilaban, porque decían de él que se pegaba en los jardines, en las barbacoas para conseguir prensa mundial por internet y, es verdad, a él le gustaba mucho el tema clandestino y había una época que los luchadores de AMM le desafiaban: vente a la jaula y, por eso, él que nunca se echaba para atrás acabó en la jaula de UFC, aunque no tuvo mucho éxito y no le renovaron contratos».

Pero antes del UFC, pasó por el EliteXC. En 2007 abandonó las batallas clandestinas y firmó un contrato. En su debut como luchador profesional ganó la pelea por KO a los 19 segundos. Un año después el veterano Tank Abbott solo le duró 43 segundos. No obstante, algunos le achacaron que cuando llegó al UFC, la máxima competición de artes marciales mixtas, cayó derrotado en dos de sus tres combates. Paralelamente, Slice, desarrolló una exitosa carrera como actor ya que, por sus condiciones físicas, llamaba mucho la atención para diferentes papeles.

En 2015, aterrizó en Bellator con un contrato de múltiples peleas. El año pasado derrotó a Kem Shamrock, una auténtica leyenda de las artes marciales mixtas. También sintió sus puños «Dada 5000», un conocido luchador de esta competición. Con su método poco ortodoxo y, al llegar a la élite proveniente de las peleas callejeras, arrastró a numerosos adeptos a las artes marciales mixtas. Miggy C., explica que «ese hombre es fundamental en la historia de las AMM porque daba una nueva base de fans al deporte». Y añade que «hay mucha gente que dice que la razón por la que se hicieron fans de las AMM es gracias a Kimbo Slice y sus peleas en internet».

Muchos son los rumores que han corrido sobre la repentina muerte de Kimbo Slice. Hace un mes que tuvo que ir a una conferencia de prensa y no se presentó. «Para que este hombre no fuera es que tenía que estar ya malo», relata Miggy C. «Ayer llamaron a la ambulancia y se lo han llevado al hospital con un infarto según todos los rumores. En mi opinión estaba mal. Bellator confirmó hace un mes que no fue a la conferencia de prensa y el resto del cartel estaban allí, pero él no llegó y lo que dijo Scott (presidente de Bellator) es que estaba fastidiado. Es muy posible que estaba malo desde hace un mes», continúa.

Sea como fuere, toda la comunidad de luchadores está consternada y han mostrado su más sincero pésame. Uno de los primeros en sumarse fue Dana White, presidente de UFC.

RIP Kimbo pic.twitter.com/Q4kZ4xhff8

— Dana White (@danawhite) 7 de junio de 2016

También el presidente del Bellator, Scott Coker: «Todos estamos conmocionados y entristecidos por la pérdida devastadora y prematura de Kimbo Slice, un querido integrante de la familia de Bellator».

Se marcha una leyenda de los combates callejeros y profesionales. Un luchador incansable. Los morenos puños de acero. Un deportista controvertido, que arrastró a numerosos fans a las artes marciales mixtas y las ayudó a seguir creciendo. Kimbo Slice ya descansa en paz.