Atletismo

Lia Beel, sin límites

La atleta paralímpica superó una grave lesión y trabaja para lograr un buen resultado en el Europeo de Berlín de este próximo año

Lia Beel y su perro guía Spenzer, en la pista de atletismo Belén Dïaz
Alejandra González

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Nació en Australia, pasó su infancia en Burgos y ahora reside en Madrid, el lugar en el que siempre deseaba vivir. Lia Beel tiene 22 años , es atleta paralímpica y un ejemplo de superación para muchas personas, aunque a ella no le guste definirse así. Una enfermedad, retinosis pigmentaria, le hizo perder la vista progresivamente. Desde hace cuatro años compite acompañada de un guía, ya que pasó a la categoría de ciegos totales.

Lejos de derrumbarse y darlo todo por perdido, encontró en el atletismo una verdadera pasión, un modo de vida. «Empecé con doce años, pero me lo tomaba como un juego, no lo veía nada serio. Con el tiempo, empecé a entrenar más días con el objetivo de ir a campeonatos más grandes», asegura Beel.

El momento más duro llegó en 2014 con una doble lesión de tibia y peroné que la mantuvo alejada de las pistas un año, frenar en seco todo lo que había conseguido. «No sabes ni qué hacer cuando te quitan algo así. Se te vacía la vida», cuenta la atleta. No fue fácil, pero no había hueco para rendirse.

Como dice el lema que le acompaña a diario: «El sufrimiento es pasajero pero la gloria es eterna». Tanto fue así que en 2016 tuvo un hueco en los Juegos de Río de Janeiro . «Fue una experiencia muy grande», reconoce, asegurando que es el fin de todo deportista porque «es el mayor campeonato». Aun así, no lo recuerda como su mejor actuación deportiva, ya que si tuviese que quedarse con alguna sería con su participación este verano en el Mundial de Londres. «Mi estado de forma y las marcas que conseguí fueron mejores y al final se traduce en una gran satisfacción personal», confiesa.

Beel y su guía, David Alonso , fueron sextos en los 200 metros y quintos en los 100. No subieron al podio pero tuvieron presencia en ambas finales. De Río se trajeron el cuarto lugar en el relevo de 4x100. «El fin objetivo siempre es ir a unos Juegos, pero el campeonato que más te gusta es donde mejor lo haces», comenta la burgalesa.

Los resultados muestran buenas marcas de ambos deportistas, pero el comienzo no fue tan sencillo como parece. Ella mide 1,65 metros; él, 1,84m . Casi veinte centímetros que impedían dar zancadas iguales o llevar ritmos parecidos. «Con el tiempo, entrenamientos y paciencia, hemos conseguido coordinarnos bien, casi llegando a la perfección».

Objetivo 2018: Berlín

«Me encantaría conseguir una medalla en el Europeo de Berlín del próximo verano», afirma Beel. Las mínimas del campeonato saldrán en el mes de enero, y para tener un hueco entre las mejores esta atleta se entrena a diario. No hay tiempo para bajar los brazos ni para relajarse.

Depende del día y de lo que su entrenador marque, Beel hace series de carreras, gimnasio o ejercicios de arrastre. Reconoce que no podría planificarse a sí misma una rutina. «Aunque todo sería intentarlo», asegura entre risas, mientras su fiel compañero, Spenzer, corretea alrededor de ella. Es un labrador muy inquieto pero que alegra los días de esta atleta.

Se define como una persona poco estructurada para tener ambiciones a largo plazo. « Prefiero ir poco a poco. En Berlín, como ya he dicho , me encantaría tener una medalla pero si hay tres chicas que lo hacen mejor que yo, no me importará. Valoraré mucho más haberlo hecho bien y conseguir una buena marca. Con eso vendría feliz», añade. «Supongo que la meta de todo el mundo sería hacer una gran participación en unos Juegos. No digo conseguir una medalla, que lo veo muy difícil, pero sí tener buena marca».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación