Una carrera de caballos en el Gran Hipódromo de Andalucía
Una carrera de caballos en el Gran Hipódromo de Andalucía - Juan José Úbeda
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Vuelven los galopes a los hipódromos españoles

El convenio entre el sector del «turf» y Loterías del Estado intenta resucitar un deporte golpeado por la crisis y las rencillas

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«Un día de esperanza para los amantes de los caballos». Así resumió el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, la firma por parte de la presidenta de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), Inmaculada García, y el presidente de la Asociación Española de Hipódromos, Carlos Rodulfo, de un convenio por el que volverán a celebrarse carreras de caballos en nuestro país.

Comienza el hipódromo de Lasarte (San Sebastián) y sigue –a partir del 20 de septiembre– el de La Zarzuela en Madrid, que reabrirá sus puertas tras un parón de casi diez meses. Desde mañana se puede apostar en la próxima carrera de Lasarte. «Este mundo necesita superar las rencillas para disfrutar de este magnífico espectáculo», añadió el ministro en el acto que tuvo lugar ayer en la sede del Consejo Superior de Deportes y que contó con la presencia del presidente del CSD,Miguel Cardenal, la directora general de Deportes, Ana Muñoz, representantes de hipódromos, criadores de caballos, propietarios de cuadras, entrenadores, «jockeys» y comisarios.

Desde que el pasado 30 de noviembre se disputara la última carrera de caballos en La Zarzuela no se había vuelto a oír el galope en nuestros hipódromos. En el recinto madrileño había 400 equinos estabulados antes de que el sector entrase en «stand by», pero la cifra actual ha bajado hasta los 190, según datos del propio hipódromo. La diáspora ha sido irremediable: unos 50 ejemplares han emigrado a Francia, y casi 150 han sido jubilados, retirados de la alta competición, según la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar de España (SFCCE).

La crisis golpeó con fuerza

«Las pérdidas son difíciles de calcular», dijo la presidenta del hipódromo de La Zarzuela, Faina Zurita. «Es una ruina, pero no solo para nosotros: los empleos asociados (entrenadores, ‘jockeys’ o herradores) se han visto perjudicados por el parón. Pero el ‘turf’ se mueve y siempre ha habido temporadas. Los ‘jockeys’ volverán para impulsar una tradición que no queremos perder».

Manuel Rodríguez, entrenador de la Sociedad «Equipo 38», es uno de los profesionales que se vio obligado a emigrar. Llevaba tres años en La Zarzuela haciendo frente a la crisis económica de la que justo hace un año estaban empezando a salir, pero con «la guerra entre la dirección de La Zarzuela y SFCCE todo se derrumbó», señala a ABC. «Vi cómo los propietarios se llevaban a sus caballos a cuadras europeas, vi cómo ‘jockeys’ colgaban sus botas y, hace tres meses, no me quedó más remedio que cerrar mis cuadras para poner rumbo a Chantilly».

Esta industria, que da trabajo a unas 3.000 familias, ha sufrido en todo el país. «Se ha echado a perder todo un sector productivo: mozos de cuadra, jinetes, entrenadores… Necesitamos recuperar la competición, pero el daño que se ha hecho es ya irreparable», dice Rodríguez. Los cuatro hipódromos más importantes (Madrid, San Sebastián, Sevilla y Málaga) se quedaron sin carreras porque consideraban que la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar no estaba legitimada para regular este deporte.

Carlos Pellón, propietario y criador de caballos y líder en la venta de apuestas de «turf» en España, afirma que «el apoyo de Loterías es importante, pero no basta. La quiniela hípica no crea la afición que hay en otros países, donde se puede apostar carrera a carrera y la gente pregunta a su lotero: ¿cuál es el caballo que más paga? Hace falta visibilidad en los medios. La gente no sabe que han vuelto las carreras. Y que Hacienda se quede con el 20% del importe de los premios no ayuda».

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