El antiguo teatro Álvarez Quintero de la calle Laraña está cerrado a cal y canto
El antiguo teatro Álvarez Quintero de la calle Laraña está cerrado a cal y canto - Vanessa Gómez

Sigue la crisis en la cultura sevillana: la Sala Turina cierra «por goteras»

La programación del antiguo Álvarez Quintero se terminó en marzo y el gobierno de Espadas no ha vuelto a abrirlo alegando que necesita obras

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El histórico teatro Álvarez Quintero de la calle Laraña está cerrado y en estos momentos no hay fecha clara para su reapertura ni programación prevista para todo lo que queda de año. El Ayuntamiento, que recibió la propiedad en noviembre de 2014 cuando Cajasol renunció a la cesión que tenía a su favor, se tuvo que hacer cargo de este espacio cultural que, además de una sala de conciertos, tiene varias dependencias para celebrar exposiciones. El gobierno del PP decidió entonces utilizarlo como sede de los pequeños festivales de la ciudad —Femás, el Festival de la Guitarra o el de Música de Cámara Joaquín Turina— y de la Orquesta Barroca. Sin embargo, tras la clausura del Festival de Música Antigua —Femás— el pasado mes de marzo, este espacio ha estado cerrado y sin personal.

Una tubería se rompió y anegó toda la planta sótano, razón por la que el Ayuntamiento decidió clausurar el teatro para iniciar unas obras que siguen en el aire. En principio, Cultura anunció que estos trabajos se realizarían entre marzo y septiembre, pero por ahora la citada reforma no ha comenzado. Según indicaron ayer a este periódico fuentes municipales, se han hecho reparaciones menores en los aires acondicionados y en el escenario, pero la obra principal todavía está pendiente, aunque aseguran que ya existe el proyecto para rehabilitar todo el vestíbulo de entrada con la nueva imagen corporativa del Instituto de la Cultura y las Artes.

El proceso, por lo tanto, va mucho más lento de lo previsto y aunque el Ayuntamiento insiste en que las obras se harán en plazo, todavía ni siquiera se ha licitado el contrato. Además, la Sala Turina, que es el nombre que tiene actualmente el espacio, ni siquiera aparece en la web del ICAS como uno de sus centros. Oficialmente, la Delegación municipal de Cultura sólo reconoce como suyos el Antiquarium, el Archivo, el Casino de la Exposición, el Lope de Vega, Santa Clara, el Teatro Alameda, la Red de Bibliotecas y el Centro de las Artes. La sala de la calle Laraña ha desaparecido del portal. Y el inmueble está cerrado a cal y canto desde hace varios meses.

La incertidumbre sobre su futuro crece y los certámenes que tienen su sede allí han comenzado ya a dar muestras de preocupación, ya que no pueden diseñar su programación sin tener la garantía de que el teatro se reabrirá. En el gobierno municipal nadie niega que la explotación de este espacio es un problema porque el Ayuntamiento no puede contratar personal y tampoco tiene presupuesto para afrontar su programación. De hecho, tampoco tiene una gran dotación para el principal teatro, el Lope de Vega, donde gran parte de la programación se realiza contratando los espectáculos a taquilla, es decir, a cambio de lo que genere la venta de entradas.

Esta situación retrata, además, la crisis que atraviesa el sector de la Cultura en Sevilla, donde la Real Orquesta Sinfónica ha tenido que ser rescatada con una aportación extra, el Teatro de la Maestranza busca nuevo gerente y genera deuda, y se han suspendido festivales como el Turina o Territorios por falta de recursos económicos. Además, el nuevo auditorio del Higuerón ha sido expoliado antes de haberse estrenado, la colección Bellver en el Pabellón Real no se podrá inaugurar en la fecha que indica el convenio —diciembre de este año— y las excavaciones arqueológicas que se estaban llevando a cabo en Santa Clara, donde fue descubierto un palacio almohade hasta ahora desconocido, se han detenido porque ya no hay presupuesto para seguir.

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