Festival Singular

Imanol Arias: «En España puedo ser Antonio Alcántara pero cuando cruzo Despeñaperros soy más el Lute»

El actor protagoniza este sábado y domingo «El coronel no tiene quien le escriba» en el Teatro Lope de Vega

Imanol Arias caracterizado como el coronel en esta obra basada en la novela de García Márquez Guillermo Navarro

Jesús Morillo

Imanol Arias vive un momento especialmente productivo en su ya larga carrera como uno de los actores más populares de España. Su presencia no solo es habitual en televisión, donde lleva veinte temporadas coprotagonizando la serie «Cuéntame» , sino que en los últimos años la ha compatibilizado con el cine, en el que tiene en la recién estrenada «Sordo» su última aparición, y el teatro, con dos obras en dos años, la última de ellas «El coronel no tiene quien le escriba» .

«Han sido dieciocho años de "Cuéntame", lo que es ya una carrera profesional aparte que me ha impedido otros proyectos, aunque me ha permitido desarrollar un trabajo enorme . Los episodios de la serie se comienzan a rodar en enero o abril, y los nuevos los estamos rodando en septiembre, lo que es difícil para hacer teatro y comprometerte. Eso no se ha podido dar antes y ahora es posible porque la productora se ha portado muy bien», afirma.

El actor protagoniza este sábado y domingo en el Teatro Lope de Vega , dentro del festival Singular , esta obra teatral inspirada por la novela corta del mismo nombre de Gabriel García Márquez y que narra la mísera vida de un coronel retirado que lleva años esperando la carta en la que el Estado le comunique que le ha concedido su merecida pensión. El espectáculo ha sido uno de los que más expectación generó en la pasada temporada, porque suponía la segunda incursión como director teatral del octogenario cineasta Carlos Saura .

Al proyecto se sumó Imanol Arias cuando estaba en marcha, al abandonarlo Juan Diego por problemas de salud. «Tuve que sustituir a un actor que tiene mucho que ver con mi vida, el maestro de mis primeras obras profesionales en Madrid. Trabajé bajo su amparo y su tutela y le tengo un enorme cariño ».

El espectáculo sedujo al actor tanto por «el texto hermoso» de García Márquez como por la dirección de Saura, «que tiene un estilo pictórico, donde sobresale el texto. Me encontré con la circunstancia de trabajar con un creador que parte de una adaptación excelente -de Natalio Grueso - y te crea un mundo y te mete en una atmósfera. Él confía en tí como actor y te va chequeando y te dice lo que funciona y lo que no. Es uno de esos directores que sabe hacer su trabajo y para quien lo importante es saber elegir la persona adecuada para el papel».

«Volver al teatro te permite trabajar tu oficio de manera directa con el público y recuperar el sentido del espectáculo»

El teatro le ha permitido a Imanol Arias volver a los orígenes de su profesión de actor, a «coger la maleta e ir por esos andurriales de los que hablaba Fernando Fernán Gómez » y volver a conectar con la electricidad de la emoción del público que une en un circuito el escenario con la sala de butacas.

«Mi profesión tiene que ver con el viaje , porque el trayecto va moldeando tu experiencia y la hace más completa y conecta más con la gente. Es una vuelta al origen y también, por la posibilidad de volver a hacer teatro después de tanto tiempo, poder seguir aprendiendo. Le doy mucha importancia y valor al oficio».

Algo de hedonista

Porque si algo caracteriza a Imanol Arias como intérprete, mantiene, es precisamente el oficio sea cual sea el género, cine, televisión o teatro, aunque este último le permite algo que no tienen los otros dos. «Es la posibilidad de trabajar tu oficio de manera directa y en directo con el público y recuperar el sentido del espectáculo».

«No me creo el mejor ni tengo una necesidad de tener un aspecto ni una vida complicada que me convierta en un excelente actor. Yo me considero un actor de oficio . Mi trabajo ordena mi vida y me da un sentido. El trabajar diariamente ordena mucho mi vida».

Y trabajo no le falta a un actor que está grabando la nueva temporada de «Cuéntame», sigue rodando cine y ahora está en gira con «El coronel no tiene quien le escriba», aunque en este último trayecto le permite a Imanol Arias no solo trabajar, sino disfrutar.

«Tiene algo de hedonista esto de hacer bolos durante un fin de semana. Sales de casa el viernes, llegas al sitio a mediodía, te echas una siesta para tener el cuerpo en la s mejores condiciones y te vas al teatro. Esto, además, me permite decir que solo tienes tiempo para dedicarte al bolo», explica risueño.

Porque la gira permite al actor «llegar a Huelva y comerte unas gambas blancas o a Sevilla e irte a tomar unos pescaditos , echar la siesta e ir como un torero al Lope de Vega , donde tenía muchas ganas de poder pisar el escenario».

«Esta gira te permite llegar a Sevilla e irte a comer unos pescaditos e ir como un torero al Lope de Vega»

Con este personaje Imanol Arias sigue disfrutando de una profesión que concibe como una aventura y en la que siempre busca nuevos retos, algo que, en su opinión, se puede compatibilizar con personajes tan reconocibles como Antonio Alcántara de «Cuéntame», que lleva encarnando desde hace veinte años. ¿No teme que el público le termine encasillando en ese personaje?

«A mí siempre me han acompañado muchos personajes y Antonio Alcántara es uno más en el lote. Te diría que en España puedo ser Antonio Alcántara, pero cuando cruzo Despeñaperros soy más el Lute », afirma el actor en referencia a las dos entregas de «El Lute» que estrenó bajo la dirección de Vicente Aranda en 1987 y 1988.

El culo de Arturo Fernández

También tiene claro este intérprete que seguirá trabajando mientras el cuerpo aguante, en un sector en el que, renococe, los hombres lo tienen mejor que las mujeres para que los productores no dejen de llamarlos según van cumpliendo años. «En España predomina mucho que los hombres no tengan una edad tan marcada como ellas. Los hombres pasamos de padres a abuelos sin dejar de ser interesantes dramáticamente».

Por eso, pueden seguir en escena hasta el final, como, recuerda este intérprete, a otros compañeros de profesión como José Luis López Váquez, Luis Cuenca, Fernando Guillén o Arturo Fernández .

Preguntado por este último, Imanol Arias responde que de «Arturo hay cosas que no se pueden igualar, que es haber sido un galán contínuo, primaveral, veraniego, otoñal, invernal... Era el galán de los galanes y hasta la última función se ponía los pantalones sin doblar la espalda. Yo arranco el coronel con una escena en la que se me ve medio culo y es mi homenaje a Arturo, que lo hacía en una obra suya. Aunque el culo de Arturo Fernández es mucho mejor que el mío».

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