De cuando los flamencos eran artistas de Variedades

El Archivo Histórico Provincial de Sevilla custodia documentos sobre permisos y exámenes que se exigía a los artistas para trabajar, entre ellos el del cantaor onubense Paco Toronjo

Expediente del cantaor flamenco Paco Toronjo del Archivo Histórico Provincial ABC

Marta Carrasco

Aunque algunos de las generaciones de hoy día no den crédito, hubo un tiempo en España donde para ser artista había que examinarse y tener un carnet. El flamenco es el protagonista del «Documento del Mes» un programa del Archivo Histórico Provincial que en esta ocasión está enmarcado en el X aniversario de la Declaración del Flamenco como patrimonio innmaterial de la Humanidad.

Los antiguos sindicatos verticales franquistas, el único permitido por la dictadura, exigía a todos los artistas que estuvieran sindicados para poder ejercer. En el Archivo Histórico Provincial de Sevilla se conservan numerosísimos expedientes que se refieren a algunas leyendas del flamenco, como son Paco de Lucía, Fernanda y Bernarda de Utrera, Paco Toronjo, Matilde Coral, Luis Caballero, José de la Tomasa, Manolo Mairena o Cristina Hoyos . Documentos que son públicos y pueden consultarse en el citado archivo.

A los artistas se les exigía un curioso «examen» para poder tener el carnet que les permitía ejercer su profesión. Pero, ¿quien era el jurado que examinaba a Paco de Lucía, Paco Toronjo, Matilde Coral o Bernarda o Fernanda de Utrera? No consta en ningún documento.

Teatro y circo

En el singular expediente del cantaor onubense Paco Toronjo , número 6747, se recogen varios documentos. La cubierta de la carpeta dice: «Grupo: teatro, circo y variedades». La palabra flamenco no aparece hasta que en el apartado «nombre artístico» indica, «cantaor flamenco».

Paco Toronjo realiza su solicitud de ingreso en el mencionado sindicato vertical, en Sevilla, el 25 de noviembre de 1960. Otro dato curioso es la ficha del cantaor, que indica en el apartado sección, «Social», en el de Grupo, de «Teatro», y el subgrupo, «Variedades». El flamenco sigue sin aparecer.

Otro documento del mismo expediente se refiere al examen para poder tener el carnet. La solicitud señala: «examen para las especialidades de circo y variedades». Tras los datos del cantaor, se dice que, «poseyendo los necesarios conocimientos y la práctica suficiente para poder ejercer la profesión de artista de Variedades, en su especialidad de cantaor flamenco....», se le declara apto como..., «artista de Variedades».

Otro bloque de documentos que en relación con el flamenco se conservan en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla, según el archivero, Antonio García Sánchez, es el que se refiere a la delegación provincial del Ministerio de Información y Turismo que concedía los permisos de los espectáculos.

La censura fue el principal instrumento con el que el franquismo intentó controlar los espectáculos flamencos. Si el evento no se ajustaba a lo descrito o se cantaba un tema no autorizado, se abría expediente sancionador. Uno de ellos fue el abierto contra el cantaor Manuel Gerena, por su actuación en un recital en la Escuela Superior de Arquitectura de Sevilla en 1973, por cantar «temas no autorizados».

Otro expediente curioso entre otros muchos, recoge la petición que Pablo Brasero, alcalde del ayuntamiento de la Puebla de Cazalla, realiza el 10 de julio de 1974, para llevar a cabo en su localidad la VIII Reunión de Cante Jondo . El cartel lo conformaban, Fosforito, Lebrijano, Manuel Soto «Sordera», Calixto Sánchez, Diego Clavel, José Menese, Manuela Carrasco al baile, y las guitarras de , Melchor de Marchena, Juan El Habichuela, Parrilla de Jerez, Manolo Brenes y Pedro Peña.

El festival se autoriza el 12 de julio, advirtiéndose que, «el vestuario deberá ajustarse a los bocetos autorizados» , y más aún: « en los gestos, ademanes y diálogos se evitará todo cuanto esté en pugna con la moralidad y buen gusto, prohibiéndose las intepretaciones de textos o canciones que no hayan sido previamente autorizados por esta Delegación».

Por cierto, según nos confirma el archivero Antonio García Sánchez, este apartado documental en relación con la censura, es uno de los más consultados por los investigadores.

El registro del Flamenco

El último grupo de documentos en relación con el flamenco que se conserva en el Archivo Histórico Provincial se refiere a la autoría, es decir, al registro de la Propiedad intelectual . En el Archivo Histórico hay numerosos documentos en relación a estos registros, a partir de que en 1879 la Ley de propiedad Intelectual impusiera la obligatoriedad de enviar ejemplares firmados.

Entre estos ejemplos, el expediente de la obra de «Cante Flamenco del sabio de antes Polonia y Poeta provisional», de Antonio Suárez Guisado del 21 de julio del año 1933. Se trata, según la descripción, de «fandangos, seguirillas, vidalitas, guajiras, y colombianas».

En el expediente se incluyen letras por fandango, que según indica el autor de puño y letra, «fueron estrenadas el día 2 de abril de 1933 en el teatro Lara de Málaga por el Corruco », un cantaor de Algeciras, así como otras que estrenó El Pinto en el teatro Campoamor de Marchena en 1933 y también ese año, un tercer bloque de fandangos estrenado por Manuel Vallejo en el teatro Cervantes de Sevilla.

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