Helena Pimenta regresa a su primer amor, William Shakespeare

Hoy se estrena en las Naves del Español su montaje de la comedia 'Noche de Reyes'

Carmen del Valle y Haizea Baiges, en 'Noche de Reyes' José Alberto Puertas
Julio Bravo

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Durante ocho años -de 2011 a 2019-, Helena Pimenta dirigió la Compañía Nacional de Teatro Clásico , y tuvo que orillar a su gran amor de juventud: William Shakespeare . «He disfrutado mucho con los clásicos del Siglo de Oro español -asegura la directora-, pero me hace mucha ilusión volver a él. Son mundos paralelos, tienen búsquedas parecidas». El idilio de Pimenta y el bardo de Stratford-upon-Avon se ha traducido en montajes de 'Sueño de una noche de verano', 'Romeo y Julieta', 'Trabajos de amor perdidos', 'La tempestad', 'Dos caballeros de Venecia', 'Macbeth' y 'Coriolano'.

Ahora, y de nuevo al timón de Ur Teatro, estrena hoy en las Naves del Español, en Matadero -con el propio Teatro Español como coproductor del espectáculo-' Noche de Reyes ', una de las grandes comedias shakesperianas. La propia Helena Pimenta firma la versión junto a su 'partenaire' habitual en la CNTC, Álvaro Tato ; la escenografía y el vestuario lo firman José Tomé y Mónica Teijeiro, la iluminación Fernando Ayuste, la coreografía Nuria Castejón y la música y el espacio sonoro Ignacio García. El reparto lo forman Carmen del Valle (Olivia), Rafa Castejón (Malvolio), José Tomé (Sir Toby), Cecilia Solaguren (María), Patxi Pérez (Orsino / Sir Andrew), David Soto Giganto (Feste), Haizea Baiges (Viola) y Manuel Tomé (Sebastián).

Helena Pimenta José Alberto Puertas

Confiesa Helena Pimenta haber sentido 'cierto susto' al regresar a William Shakespeare. Le duró poco y enseguida se impuso el entusiasmo al descubrir que el dramaturgo inglés le seguía sorprendiendo incluso después de tanto tiempo a su lado. «Me sorprende sobre todo su enorme teatralidad -dice admirada-; en todos los sentidos. Ésta es una comedia melancólica, y me sorprenden los recursos que emplea; las claves que están en otras comedias pero que no le restan singularidad a ésta. A pesar de la imperfección de sus tramas, tiene la capacidad de crear mecanismos para hacer una comedia perfecta. Volver a Shakespeare es como volver a una biblia teatral ».

Shakespeare escribió 'Noche de Reyes' en 1602, y en ella, asegura la directora en el texto de presentación de la obra, «el espectador se ve interrogado ética y psicológicamente, y es obligado a asumir una cierta responsabilidad moral que el autor le pone y le quita mediante la risa y otros ardides teatrales. El humor llena de libertad las palabras de esta genial comedia y traspasa el escenario para, con mucha risa, hacernos disfrutar, sentir y pensar». Se refiere, también, al espectador de nuestros días. «Shakespeare tiene una capacidad universal; habla a otras épocas sin hacer nada. Tiene referencias a su tiempo, pero es fácilmente universalizable».

La búsqueda de la identidad es, según Helena Pimenta, el eje sobre el que gira 'Noche de Reyes'. «Es algo que no dejamos de buscar, especialmente en la adolescencia. Shakespeare habla de cómo fallamos en el amor a las personas por no conocernos». La obra habla, también, de la pérdida y el renacimiento constante. Está en la función todo el tiempo. «En este poema ilimitado Shakespeare nos sumerge en el mar y después nos lanza a la arena -sigue Pimenta-. Hay que renacer siempre, morir y volver a nacer. En sus comedias, en medio de la risa y de la pena, hay un viaje hacia el peligro , hacia lo desconocido donde habita la identidad que necesitamos conocer. Por mucho que pretendamos negar la naturaleza esta se rebela y se muestra. El disfraz, el juego, la pasión, la burla, los juegos de palabras, la poesía acuden en nuestra ayuda y descifran los mecanismos del conocimiento del alma del mundo y de la de cada uno de nosotros».

En España, valoramos menos al Shakespeare de las comedias que al de las tragedias. «En Inglaterra no ocurre así. Hay que decodificarlas, presentar a sus personajes en su territorio -explica-. Sus obras son un viaje a las pequeñas locuras, son herederas de la comedia italiana, de Plauto... Shakespeare es un 'hacha' como comediante , y le gusta la mezcla entre lo grotesco y lo serio».

La experiencia de la directora con el repertorio áureo le hace mirar a Shakespeare con otros ojos. « La riqueza de este repertorio es extraordinaria -asegura-. El entrenamiento en él te ayuda a entrar de otra manera; la eficacia del verso español, por ejemplo, es diferente del verso inglés, que va más fluido, más directo. La lengua es al tiempo un obstáculo y un carril por el que discurrir».

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