Muere la cantante de Roxette, Marie Fredriksson, a los 61 años

La artista ha fallecido víctima del cáncer casi dos décadas después de que le diagnosticaran un tumor cerebral

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ella tenía la mirada. Y sí, también el «look». Y con ese flequillo que se disparaba hacia el cielo como un tirabuzón del Dragon Khan o, según la década, se multiplicaba en infinidad de pinchos del color de los discos de platino, dejó siempre claro que se había vestido a conciencia para el éxito. Tanto es así que en 1988, antes incluso de que un estudiante de Mineápolis volviese de un viaje a Suecia con una copia de « Look Sharp » en la mochila y la FM americana hiciese su magia para redescubrir las bondades del pop escandinavo, Marie Fredriksson ya avanzó lo que estaba por venir en el estribillo de « Dressed For Success ». ¿Profético? No, lo siguiente. «Vestida para el éxito / preparándome para el gran momento», cantaba. Segundos después, ya estaba haciendo las maletas y embarcándose en una odisea de éxito y fama internacional que, tras treinta años y 75 millones de discos , acabó ayer de forma abrupta: la cantante, de 61 años, murió víctima del cáncer casi dos décadas después de que le diagnosticaran un tumor cerebral.

Roxette , la banda que formó en 1986 junto con Per Gessle y con la que logró un impacto colosal, ya pasó a mejor vida en febrero de 2016, cuando ofreció su último concierto en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), pero con la muerte de Fredriksson desaparece definitivamente uno de los grandes iconos musicales de los noventa. «Gracias, Marie, gracias por todo. Gracias por pintar mis canciones con los colores más hermosos, mis canciones en blanco y negro», escribía ayer un emocionado Gessle, compositor que encontró en la voz elegante, rotunda y poderosa de Fredriksson la mejor aliada imaginable.

Nacida en 1958 en el sur de Suecia y marcada desde los ocho años por la muerte de su hermana Anna-Lisa en un accidente de tráfico, Fredriksson llegó a su cita con el estrellato con los deberes hechos y no pocos esfuerzos invertidos: a finales de los setenta, cuando coincidió por primera vez con Gessle, formaba parte de grupo Strul & Ma Mas Barn, y en 1981 se sumó como corista a Gyllene Tider, banda en la que también tocaba Gessle. El roce artístico llevó al cariño y a una primera colaboración en «Het Vind», debut en solitario de Fredriksson. Nacía así una fructífera alianza que, tras éxitos locales, explotó mundialmente con «Look Sharp» y ese rosario de singles formado por «The Look», « Listen To Your Heart » y «Dressed For Success».

Sólo en Suecia ya vendieron 300.000 copias, pero el desmadre llegó de Estados Unidos, donde Roxette se convirtieron gracias al boca a boca en lo nunca visto para el pop sueco desde ABBA . Una comparación que, sin embargo, no parecía agradarles demasiado: lo suyo, aseguraban, era rock, mientras que lo de los autores de «Waterloo» era puro pop. Con todo, calcaron estrategias e incluso buscaron asaltar el mercado hispano con un disco en español cuando su estrella internacional perdió fuerza y «Crash! Boom! Bang!», publicado en 1994, se desinfló en las listas americanas.

Antes de eso ya habían vendido copias a paletadas de « Joyride » (1991) y habían anticipado lo que sería la fábrica de éxitos escandinava del siglo XX, por lo que cuando llegaron las turbulencias y los altibajos ya tenían buena parte del trabajo hecho. Ninguno de sus discos posteriores repitió el impacto de «Look Sharp», pero ni Fredriksson ni Gessle dejaron de intentarlo. Sólo la enfermedad frenó la actividad de Roxette y apartó a la cantante de los escenarios durante una década. En 2011, sin embargo, reapareció al frente de la banda son « Charm School », el primero de los tres trabajos que la banda grabaría antes de bajar la persiana definitivamente en 2016.

Fredriksson, casada y madre de dos veinteañeros, también aprovechó estos últimos años para sincerarse en «Listen To My Heart», libro de memorias que jugaba con uno de los títulos más célebres de Roxette para constatar que en su vida todo tuvo que ver con cantar y escuchar. Significativo es, por ejemplo, que su última canción, publicada en mayo de 2018, lleve por título « Sing Me a Song ». Cantar quizá por no llorar.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación