Concha Buika: «Hubo un día en mi vida en el que decidí ser una loca»

El premio Grammy al mejor álbum tropical tradicional por el homenaje a Chavela Vargas de «El último trago», las dos nominaciones a los Grammy Latinos por «Niña de fuego», y sus colaboraciones estelares en el mundo de la música y el cine ya habían proyectado su carrera fuera de nuestras fronteras, pero el disco que ahora presenta huele a inminente estrellato internacional. «Vivir sin miedo» contiene una combinación todoterreno de «R&B, Afro, Gospel, Soul, Dubstep, Nuevo Flamenco, Reggae y hasta Reggaeton», según reza su nota de prensa. ¿Un compilado de world music? La etiqueta parecía obsoleta pero ahí está la flamante sorpresa para negar la mayor: el dueto con la celebrity pop Jason Mraz en «Carry your own weight», al estilo de los hits noventeros del «género».

«La sorpresa también lo fue para mí», dice Concha Buika. «Cuando grabé la canción con mi productor, Martin Martin Terefe, los dos decíamos que le faltaba algo, pero no sabíamos qué. Durante uno de mis viajes, él grabó las voces de Jason Mraz y, cuando volví, ya lo tenía todo preparado. Creo que ha quedado precioso. A Jason lo conocí hace dos semanas en San Diego, en el rodaje del videoclip».

Momento de explotar

No crean que Buika ha dejado muchas más cosas al azar en este disco. Para empezar, ella ha compuesto la gran mayoría del material tocando todos sus instrumentos. «Antes era poco valiente a la hora de publicar mis propias canciones, pero en los últimos dos años he dado rienda suelta a toda la música que tenía en mi cabeza. En aquel momento la sociedad estaba demasiado sitiada por las diferencias estilisticas, pero ahora, con internet, todo está mucho más diversificado. Sentí que era el momento perfecto para explotar», explica.

Qué puede ocurrir cuando una artista tan reconocida decide «explotar» es algo que sólo veremos en los resultados que dé este ambicioso nuevo trabajo, pero de lo que no hay duda es de que Buika ya cuenta con un respeto y admiración que también convenció a Paco de Lucía. «La última vez que estuve con él me estuvo susurrando melodías al oído, fue la mejor experiencia musical de mi vida», recuerda. Y es que seguro que Paco sintió su autenticidad, esculpida desde su niñez «en unos años ochenta que te hacían realmente duro si vivías la calle. Los que vivimos esa década de niños somos muy duros», exclama entre risas. Fue poco más tarde cuando se convirtió en una artista de pura cepa, «el día que decidí ser una loca, no estarlo que es diferente».

Buika decidió quedarse a vivir en Estados Unidos porque empezó a tener mucho trabajo sobre sus escenarios. Después, claro está, de una etapa inicial de recién llegada en la que le pasaron cosas de lo más surrealistas. «En Las Vegas por ejemplo, hubo una productora me quería contratar pero me dijo que me faltaba una cosa muy importante... tetas. Y que si podía hacer algo al respecto. Que si me operaba estaba contratada, vaya. ¿Se lo puede creer?»