Víctor Manuel: «Hacer un disco ahora es como echar una botella al mar»

Son cinco décadas de carrera las que viene a celebrar este sábado a Madrid uno de los más emblemáticos cantautores de este país, Víctor Manuel, perteneciente a una generación que se abrió camino en difíciles circunstancias y cuyos representantes no quieren, en su mayoría, bajarse del escenario: «No, no nos queremos jubilar. Yo siempre se lo comento a Juanito (Serrat): “Hay por ahí un cantante nuevo muy bueno, a ver si nos va a retirar.”.. Y él me dice que no, que nosotros seguimos. Venimos de una época que nos costó trabajo encontrar el sitio, pero cuando lo encontrabas, había una solidez, porque no era eso de ir a un concurso televisivo y grabar un disco al día siguiente.

Erauna fama muy trabajada. Y a veces dolorosa, con pasos adelante y atrás, con muchas dificultades. Ya te retirará el público cuando quiera».

Reconoce, además, que el premio es demasiado valioso: «Esta profesión es un veneno, y quieres más aplausos. Por muy modesto y escéptico que seas, el aplauso es lo más».

En su concierto en la capital, le acompañarán un buen montón de amigos y sin embargo compañeros: Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute, Rozalén, Pablo Milanés, Rosendo, Pedro Guerra, Jorge Drexler, Miguel Poveda, Sole Giménez, Hevia... Juntos interpretarán esas canciones que han dejado huella en la historia de la música española: «Por supuesto, pero sobre todo porque un disco nuevo, de temas originales, no encuentra espacio en los medios. Hacer un disco ahora es como echar una botella al mar y a ver si la recoge alguien por ahí. Yo hace mucho tiempo que estoy harto de emisoras que solo ponen éxitos de toda la vida. Cuando me meto en Spotify quiero escuchar algún artista nuevo, que me sugiera algo, con unas pautas diferentes. La música tiene que alimentarse de cosas nuevas, si no se extingue».

Una queja que se añade a la situación del negocio en general: «Desde fuera la gente no es consciente de la dimensión de la crisis en el sector, pero si tú ahora alquilas un teatro, supone como mínimo un 70 por ciento de gastos, entre IVA, autores, alquiler y todo eso. Con el 30 por ciento restante tienes que pagar músicos, hoteles, viajes... y ver si al final queda algo. Por eso se ha hundido todo el sector, no hay ninguna posibilidad de defenderse». Con el problema añadido de la piratería: «Si las cosas están al alcance de un clip, lo haces y ya está. Cuando yo era pequeño se robaba la luz y el teléfono, y cuando venía la Guardia Civil, pues se acabó. Por eso no le echo la culpa al consumidor, pero siempre se lo digo a los jóvenes: “A los que estáis fastidiando es a vosotros mismos, a vuestros músicos».