Wenceslao pide una subvención

Una carta juvenil escrita hace 110 años por el insigne columnista de ABC muestra la retranca de quien pronto triunfaría en el periodismo madrileño

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El escritor y humorista coruñés Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964) fue un periodista precoz, autodidacta, forjado a sí mismo. Se inició en el ejercicio de la pluma a los quince años, no tanto por impulso de la vocación sino más bien forzado por las circunstancias, pues la muerte de su padre le obligó a dejar los estudios y ponerse a trabajar para ganarse el sustento. Empezó escribiendo en el diario coruñés «La Mañana» y posteriormente colaboró en «El Heraldo de Galicia», el «Diario de La Coruña» y «Tierra Gallega». A los diecisiete años ya dirigía el semanario «La Defensa de Betanzos», al que siguieron el «Diario Ferrolano» y «El Noroeste de La Coruña», de los que también fue director. 

Wenceslao Fernández Flórez
Wenceslao Fernández Flórez

Antes de viajar a Madrid para convertirse en uno de los cronistas parlamentarios más afamados -léanse sus exitosas Crónicas parlamentarias (1914-1936)-, Wenceslao ya practicaba sus dotes periodísticas en las sesiones de la Diputación Provincial de La Coruña.

En la carta inédita que reproducimos a continuación, fechada el 25 de noviembre de 1905 (cuando Wenceslao tenía veinte años), él y dos de sus compañeros de oficio solicitan con retranca e ironía una subvención a la Diputación.

La carta fue conservada por el entonces presidente de la Diputación de La Coruña, Ramón Tojo Pérez (abogado del Estado, miembro del Partido Conservador de Antonio Maura —a quien Wenceslao tanto admiraba— y promotor de innumerables iniciativas culturales en el ámbito del Rexurdimento gallego) y pertenece al archivo privado del abogado Ramón Baltar Feijóo (1941-2014), en el que se conservan más de 450 cartas inéditas de escritores, políticos e intelectuales gallegos de finales del siglo XIX y primera mitad del XX, entre los que destacan figuras como Rosalía de Castro, Manuel Murguía, Alfonso R. Castelao, Emilia Pardo Bazán, Alejandro Pérez Lugín (autor de La casa de la Troya), los hermanos Rafael y Eduardo Dieste, el marqués de Figueroa, Nicasio Pajares, Luis Antón del Olmet... Actualmente se está preparando la publicación de un libro que recoja todo este extenso epistolario inédito de grandes personajes de la vida cultural gallega.

Al igual que en los últimos años han sido rescatadas del olvido las obras de periodistas y columnistas como Julio Camba, Chaves Nogales, Corpus Barga o González Ruano, quizá ha llegado el momento de recuperar también la labor periodística de Wenceslao Fernández Flórez, que escribió más de cuarenta novelas y sigue siendo conocido por el gran público como autor de «El bosque animado» (llevada con gran éxito al cine por José Luis Cuerda). Colaborador de ABC y Blanco y Negro hasta su muerte en 1964, son especialmente memorables sus crónicas futbolísticas en De portería a portería, sus glosas parlamentarias recogidas en Acotaciones de un oyente y sus artículos publicados de Impresiones de un hombre de buena fe.

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A la Excma. Diputación Provincial

Los periodistas que suscriben, naturales y vecinos de la Coruña, a la Excma. Diputación Provincial, con toda clase de consideraciones y respetos, exponen:

Que siendo concurrentes asiduos a las sesiones de esta corporación, y habiéndose enterado del cúmulo de instancias que, solicitando subvenciones para esto y lo otro, se vienen recibiendo y resolviendo casi siempre en sentido favorable, por la Excma. Diputación, y siendo los firmantes hijos de la Coruña (razón poderosa al decir de algunos abogados) y escritores de estas sesiones,

Suplican que esta Corporación se digne concederles la subvención que crea conveniente, entre otras cosas para emprender el estudio de la taquigrafía y adquisición de material adecuado a estos fines.

Es gracia que esperan merecer de la Excma. Diputación.

La Coruña, 25 Noviembre 1905

Fdo: Baltasar Suárez Andrade, Wenceslao Fernández Flórez, Jesús Muela

Otrosí: El sello que falta en la presente instancia se abonará cuando esté concedida la subvención.

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