MÚSICA

Philippe Jaroussky: «Nunca me propongo imitar una voz de mujer»

El cantante francés, una de las figuras más mediáticas del panorama lírico, publica un recital handeliano

España es el tercer país donde Philippe Jaroussky actúa con más frecuencia
Stefano Russomanno

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Habla Philippe Jaroussky un castellano fluido . Empezó a aprenderlo en el año 2000, en una de las primeras producciones operísticas en las que participó, «Celos aún del aire matan», en el Teatro Real de Madrid. Desde entonces, la carrera de este contratenor francés ha crecido de manera exponencial hasta convertirse en uno de los cantantes más aclamados y mediáticos del panorama lírico. Estos días, Jaroussky publica «The Händel Album», un programa de arias handelianas que también interpretará junto a su grupo Artaserse en Pamplona (13 de noviembre), Valencia (15) y San Sebastián (17). Si ha tardado tanto antes de acometer un proyecto de ese tipo es porque «hace quince años todos los cantantes famosos grababan un álbum Haendel. Además, en los primeros veinte años de mi carrera he estado más preocupado por grabar cosas que nunca se habían llevado al disco».

-Aun así, las arias que ha seleccionado no pertenecen al Haendel más conocido.

-Es cierto. Quería destacar al Haendel más intimista. Por eso, empiezo el disco con un aria lenta y no con una virtuosística, que es lo que se suele hacer en esos casos. Cuando analizas la música que Haendel escribió para los «castrati», constatas que no trata tanto de explotar los agudos como hacen otros compositores. Haendel busca una voz con más centro, con más color. Por supuesto también hay virtuosismo, pero no es lo principal.

-Me atrevo a decirle que estamos ante uno de sus mejores discos.

-Me lo ha dicho mucha gente. Sin falsa modestia, creo que estoy en un momento importante de mi carrera. No sé cuánto durará: a lo mejor cuatro o cinco años, pero lo quiero disfrutar. Me siento mejor que en el pasado.

-¿A qué se debe?

-Cuando era joven, buscaba convencer a todo el mundo y es un error. Si pretendes convencer a todos, terminas por cambiar lo que de verdad quieres hacer. Ahora acepto mucho más lo que puedo hacer y lo que no puedo hacer. Antes, cantaba a veces arias demasiado «grandes» para mí y eso me cansaba. Tenía la sensación de adaptar mi voz al aria. En ese disco, en cambio, he adaptado las arias a mi voz; en algunos casos he realizado incluso cambios de tesitura. Es algo que ya hacía Haendel; ¿por qué no hacerlo ahora?

-Uno de sus anteriores discos, «Opium», se alejaba del repertorio habitual para contratenor.

-En «Opium» exploré la canción francesa. También estoy muy interesando en la música contemporánea. En el Teatro Real interpretaré la próxima temporada una ópera que Kaija Saariaho ha escrito para mí, «Only the Sound Remains». Y me encantaría cantar «Lieder» de Mozart, Schumann, Schubert. Los contratenores tenemos que abrir lo más posible nuestro repertorio, cada uno siguiendo su instinto y sensibilidad.

-¿Cómo explica el auge reciente de la voz de contratenor, a medias entre masculina y femenina?

-Quizá porque constituye una manera diferente y actual de concebir lo masculino. Todos somos hombre y mujer al mismo tiempo. Aunque personalmente nunca quiero imitar una voz de mujer. Para mí, se trata más de expresar y preservar una parte de mi sensibilidad que pertenece a la niñez, tal vez una manera de no aceptar de ser totalmente adulto. Creo que es por eso por lo que este tipo de voz hace soñar una parte del público. No tanto por su pureza (no me parece la de contratenor una voz más pura que otras), sino por su componente angelical, intemporal, por preservar aquella parte de uno que se escapa al paso del tiempo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación