ARTE

Luis Gordillo: rostros que nos interrogan

En la galería Marlborough, Luis Gordillo sigue haciendo que nos preguntemos qué vemos cuando miramos

Dos de los nuevos cuadros de Gordillo

José Jiménez

Esta nueva exposición del «más joven» de nuestros artistas, que en unos meses cumplirá 85 años, es de verdad impresionante, maravillosa. No se la pierdan. El foco de la muestra podría situarse en una pregunta: ¿Miramos un cuadro, o algo en él nos mira a nosotros? Luis Gordillo (Sevilla, 1934) despliega una puesta en escena de los colores, las figuras, en secuencias de reflejos y movimientos. La pintura se despliega no como una representación plana, sino «como interrogación corporal», según la expresión que él mismo formuló. Estas obras siguen avanzando en el mismo curso que caracteriza su trayectoria, pero sin repetición, abriéndose a nuevos registros de la mirada. En todas ellas, podemos ver cómo Gordillo utiliza el collage y la mezcla del lenguaje pictórico, en su más alta intensidad, con los soportes técnicos: fotografía, estampación gráfica y recursos digitales.

En su libro de 2014 Mecánico visceral-Visceral mecánico , escribió: «Mi apetito devorador es amplio; todo puede ser deglutido y asimilado para una densificación última del cuadro: colección obsesiva de fotos de prensa y de objetos baratos, técnicas de transformación como la foto, la imprenta, la fotocopia, el collage , y todas estas fuentes reciclándose y trabajando en espiral». Lo que el sevillano alcanza es admirable . A través de esa actitud de intensificación y síntesis nos situamos en el registro de lo que Wagner llamó «la obra de arte total» . Y todo ello en el escenario de la sensibilidad actual, en el mundo de hoy. Ya que, por un lado, esa superposición de planos de representación y de escenarios plásticos nos habla de la proliferación y mezcla de imágenes en las redes digitales. Y, por otro, al introducir un giro de cuestionamiento, de interrogación, acerca de lo que vemos, plantea la necesidad de una mirada emancipada, de una visión abierta.

Entre las obras aquí reunidas podemos, por ejemplo, seguir el curso de la interrogación pictórica: Una cara nos mira (2018), Refracciones-refractivas (2019), Quién mira a quién (2019)... Esto nos lleva a interrogarnos acerca de los cauces de nuestra mirada: ¿Llegamos a ver cuando miramos?

La pintura de Luis Gordillo nos da una melodía de notas visuales para llegar a ver . A través del vuelo, del aleteo, de la mirada. Mirando sus cuadros construimos orbes con los objetos y figuras que nos rodean, ready-mades óptico-emocionales a los que el pintor hace actuar, pone en escena. Y así, vemos. En Little Memories , también escribió: «Para saber hay que pasar a través del cuerpo». Esa es la clave última de su pintura excepcional: los cuerpos en el teatro de la vida.

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