Shakespeare sigue moviendo los hilos del drama
Shakespeare sigue moviendo los hilos del drama - David de las Heras
RECOMENDACIONES: TEATRO

Imaginativos escenarios

Piezas dramáticas, estudios sobre autores, ensayos en torno a la actividad y la práctica escénica... 2015 deja una buena cosecha en estos ámbitos. El teatro también se lee

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Adentrarse en un libro es siempre un viaje. Si el libro es de teatro, la imaginación del lector se convierte en el escenario ilimitado e íntimo donde los personajes devanan los ovillos de sus destinos. ¿Cuáles son los mejores libros de teatro publicados en 2015? La elección es siempre subjetiva y los títulos que comento a continuación no sé si son los mejores, pero sí los que me parecen más sugestivos de entre los que he leído.

2016 se anuncia como año de celebraciones shakesperianas. El caudal de propuestas sobre el autor de «Macbeth», de habitual continuo y nutrido, se acrecienta ahora con trabajos como «El mundo, un escenario. Shakespeare: el guionista invisible» (Anagrama; 18,90 euros; e-book: 9,99 euros ), un libro apasionante en el que Jordi Balló y Xavier Pérez viajan por los innumerables canales a través de los cuales el dramaturgo isabelino irriga argumentos, modos y situaciones de películas y series de televisión.

Hablan de cómo «la coralidad de personajes y situaciones, la síntesis de tragedia y comedia, la dramatización de la naturaleza, los diálogos adversativos o el paroxismo de la violencia» son recursos que Shakespeare desarrolló magistralmente. Algo más ligero pero no menos atractivo es «El libro de Shakespeare» (Akal; 24 euros), un prontuario que recorre los distintos períodos de la vida y obra del autor con multitud de citas, análisis de piezas, fotografías e ilustraciones. Este proyecto británico coordinado por Stephanie Farrow podría definirse como un «Shakespeare in pop».

Peter Brook

Y ahora voy a hacer una pequeña trampa que espero ustedes me perdonen, pues «La calidad de la misericordia» (La Pajarita de Papel; 18 euros) fue editado a finales del año pasado. Pero merece la pena recomendar las reflexiones de Peter Brook sobre don William, con prólogo de Eusebio Calonge, dramaturgo de La Zaranda.

De viaje en viaje llegamos al vital y profesional que realizó una de nuestras más recordadas pedagogas teatrales, la actriz y profesora Adela Escartín (1913-2010). Un itinerario fecundo que la llevó desde su Gran Canaria natal a Madrid, Nueva York (allí recibió clases de Erwin Piscator y Stella Adler), La Habana (donde dejó huella imborrable de su magisterio interpretativo y didáctico) y de nuevo Madrid, de cuya labor en la RESAD es fiel reflejo «Adela Escartín. Mito y rito de una actriz» (Fundamentos; 2 vols.: 20 euros c/u), en el que uno de sus más devotos alumnos, Juan Antonio Vizcaíno, aúna fervor y rigor para rescatar la huella de esta mujer irrepetible.

Varios sugerentes trabajos se adelantan a 2016, año de celebraciones shakesperianas

Llegamos al territorio de la creación dramática, donde un volumen, «II Laboratorio de Escritura teatral» (Fundación Autor; 17 euros), reúne los nombres de seis autores que se encuentran entre los más interesantes de nuestra dramaturgia actual. Con Alfredo Sanzol como mentor, estos seis escritores trabajaron en un laboratorio creativo; el resultado, media docena de piezas muy variadas: «Köttbulle», de Jordi Casanovas; «La extraña muerte de una cupletista contada por su perro», de Alberto Conejero; «Mariana», de Irma Correa; «Los dramáticos orígenes de las galaxias espirales», de Denise Despeyroux; «Hombres que escriben en habitaciones pequeñas», de Antonio Rojano, y «La niña de ‘El verdugo’», de Margarita Sánchez.

Espejismos del amor

Precisamente de Alberto Conejero, uno de los grandes triunfadores del año con su obra «La piedra oscura», se acaba de publicar «Todas las noches de un día» (Asociación de Autores de Teatro; 6 euros), con prólogo del actor José Luis García-Pérez. Una indagación en el amor y sus espejismos contemplados como plantas de invernadero, que es el ámbito donde transcurre la acción de esta pieza ganadora del III Certamen para Textos teatrales de la AAT. Para cerrar el viaje una recopilación, «La vida. La muerte» (Antígona; 20 euros, donde Pedro Víllora –autor de la primorosa adaptación de «Insolación», de Emilia Pardo Bazán, estrenada recientemente en el María Guerrero– agrupa su teatro breve («El ciego de Gondar»; «Una noche menos en Bagdad»; «Juego de niños»...). El profesor Javier Huerta Calvo detalla en su prólogo las facetas de Víllora como dramaturgo, director de escena, adaptador, biógrafo, crítico… y analiza las obras reunidas, rescatando, por cierto, el fragmento de un texto donde César Oliva destaca como elemento referencial del teatro de nuestro autor el «universo dramático de Shakespeare». Regresamos al punto de partida.

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