ARTE
Blanca Gracia Gallego: «Es el momento de dar voz a los que no la han tenido»
La creadora madrileña abre las puertas de su taller para hablar sobre su fecunda trayectoria y la dirección que están tomando las artes en la actualidad
Cuando Blanca Gracia estudiaba en el instituto descubrió el cómic y la novela gráfica. Desde entonces tuvo claro que lo que quería hacer era crear. El contacto con otras disciplinas como el cine o la pintura y su interés por contar historias la acompañaron en su camino hacia la artista polifacética que es hoy. Su gusto por los mitos y los cuentos populares, ligados a la fantasía, convergen con las problemáticas actuales en obras pictóricas, teatrales y de animación
¿Cuándo empezó a mostrar interés por la creación artística?
Desde pequeña siempre me gustó dibujar, hacer manualidades y, sobre todo, contar historias. Como el entorno del arte es complejo y desconocido para la mayoría , intentan orientarte en otra dirección. En mi caso, hice el Bachillerato biosanitario, a pesar de que ya sabía lo que realmente quería hacer.
¿Qué artistas le inspiraron para dedicarse a su carrera?
Cuando era estudiante me gustaba mucho la novela gráfica, 'Black Hole', de Charles Burns era mi cómic de referencia. En Bellas Artes empezaron a gustarme otros artistas como Joan Jonas, que me sigue inspirando mucho en la actualidad. También me comencé a interesarme por el cine y otras formas de narrar que he intentado incorporar a mi obra a lo largo de los años.
¿Cómo plantea su proceso creativo?
Desde pequeña adquirí el hábito de llenar cuadernos con bocetos e ideas. Tengo muchos y, aunque suelo empezar con dibujos, me gusta mezclar disciplinas y colaborar con gente para no acomodarme y tener que experimentar. También hago carpetas donde guardo recortes o imágenes que me encuentro en internet y que me ayudan a pensar.
¿Cuáles son las disciplinas con las que más le interesaría trabajar?
Últimamente he trabajado mucho con videoarte y animación, que me gusta mucho por las posibilidades que ofrecen unas hojas de papel para crear universos vastísimos de forma barata. El último proyecto fue ' Rompú, rompú !', en Matadero-Madrid , en la esfera de las artes escénicas. Creo que es el proyecto más bonito en cuanto a realización que he hecho, produciendo una obra de teatro desde el principio, abarcando guion, vestuario, dirección... Una paliza, pero muy satisfactoria.
¿Qué temas le gustaría explorar en un futuro?
Me encantaría seguir en esa dirección. Por ahora estoy revisando el mundo de la brujería , entendido como los primeros conocimientos médicos a partir de plantas usados por mujeres, y sobre las culturas paganas. También estoy releyendo las 'Metamorfosis' de Ovidio, porque me interesan las transformaciones en animales que realizan los dioses y cómo impactan en las historias. Quizás en un futuro me gustaría probar la 'performance', aunque ahora con el Covid tendría que hacerse de forma reducida.
¿Ser artista sigue siendo sinónimo de precariedad?
Sí, porque al final estamos trabajando en naves donde hace calor en verano y frío en invierno, además de que no contamos con todo el espacio que nos gustaría. Considero que he tenido suerte porque he podido llevar a cabo muchos proyectos, pero sí que es verdad que es muy complicado, sobre todo en un sector donde prima el hecho de producir por visibilizar una obra sin intención de cobrar. Es algo que no deberíamos permitir.
¿Con qué medios cuentan los artistas para poder difundir su obra?
Por una parte, está el circuito de las galerías y, por otro, la autogestión, que comprende las propuestas propias de los artistas y la apertura de los estudios para que agentes culturales los puedan visitar. Las ayudas y subvenciones permiten hacer obras de otro perfil, como, por ejemplo, la que hice en Matadero, un proyecto más grande y ambicioso sin tener que estar tan preocupada por el retorno económico.
¿Qué nos aporta el arte más allá de su valor económico?
A mí me parece que es otro lenguaje y otra manera de ver el mundo y de contar lo que vemos a nuestro alrededor. Además, tiene una parte muy lúdica , porque te permite seguir jugando con ideas y buscar nuevas formas de involucrar al espectador.
¿Existe alguna preocupación que esté ganando peso entre los artistas en la actualidad?
Estamos en un momento que considero muy interesante porque muchos colectivos están haciéndose oír. Desde las personas racializadas o el colectivo LGTBI, entre otros, se está empezando a contar sus historias y en primera persona , algo que antes hacían otros en su lugar. Y en eso estamos ahora, en dar voz a los que han tenido menos protagonismo para que puedan expresarse
