Las diosas del arte bailan por alegrías

Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore, Urania. Según la mitología griega, estos nueve nombres son los responsables de otras tantas disciplinas artísticas. Las musas que llegan, tocan, infunden y se evaporan. Cuerpo de mujer, etérea concepción. El escultor Antonio Mota creó hace años un bosque donde pululan estas diosas.

Han sobrevolado en los últimos tiempos terrenales y populares espacios de la provincia. Nada más agarrado a la cotidianidad que los mercados de abastos de las más importantes poblaciones gaditanas. Al creador isleño se le «antojó» que sus deidades hicieran de las suyas en un marco de aquí que se confundiera con el cielo, las salinas de su tierra.

Así nació la idea de 'Bosque de musas, un paseo flamenco por La Isla' una película de protagonismo coral pero con un único hilo conductor: el arte.

El arte en su mayor amplitud y fusión, en el cante jondo en particular y en el audiovisual como formato. Mota se sacaba así la espinita de hacer cine y cumplía el anhelo de todo «cantaor y guitarrista frustrado».

El otro creador de este proyecto es el músico Carlos Rey, aunque tanto él como Mota aseguran que la cinta no es de nadie, sino de todos. De todos los que han participado tanto delante como detrás de la cámara. La gran mayoría estuvo presente este viernes en el esperadísimo estreno de la película en el Real Teatro de Las Cortes de San Fernando, que contó con un lleno absoluto.

Protagonismo coral

Ahora que las musas han despertado y salido del templo de Melkart (Castillo de Sancti Petri), la idea es que sigan mostrándose, ya encerradas en este documental, en diversos puntos de España. Las arrastrará, como en la cinta, el viento de levante. Las esculturas no viajan solas. La acompañan artistas locales como Raúl 'El Bule', Joaquín De Sola, Trini de La Isla, Antonio Lizana, Inma Caña, Fernando Morales 'Chuster', Paquito de La Isla, Maita vende Cá, Jesús Castilla, Las Mónicas, Niño del Parque, Jesús Guerrero y Estefanía Bueno 'Chusquita'.

La voz narradora de la cinta es la del polifacético Alex O’Dogherty. Con nueve fotógrafos ha contado Mota en su equipo. Porque esta obra total tiene múltiples aristas: la puramente artística, pero también la etnográfica. La película cuenta entre sus localizaciones con escenarios netamente isleños como la playa de la Casería, la Salina San Vicente, el Ayuntamiento, el Real Observatorio de la Armada, el Buque Juan Sebastián de Elcano o el Puente Zuazo.

La primera estampa que grabó Mota en una jornada maratoniana de trabajo y fiesta fue la de Joaquín de Sola en la playa de la Casería. La experiencia fue definitiva para acometer el resto del proyecto. Para liarla en el Mercado San Antonio con Las Mónicas, para que Antonio Lizana le tocase el saxo al monumento a Camarón que el propio Mota creó, Antonio Caña de Maita Vende Cá se subiese a las azoteas de La Isla, Estefanía Bueno, Chusquita, bailase en la Punta del Boquerón o la jarana se hiciese presente en el Güichi (bache) La alegría con Trini de La Isla, Fernando Morales, 'Chúster' o el Niño del Parque.

Y más aportes terrenales a 'Bosque de Musas, un paseo flamenco por La Isla'. Mota se ha tomado la licencia de incluir tres musas más al carrusel griego. Sí, porque en este bosque hay doce, siendo las tres incorporaciones las mujeres más importantes en la vida del escultor y director de cine.

Aunque es ahora cuando empieza a rodar la cinta (en mayo se podrá ver en la Sala Cachorro de Sevilla y después en Jaén, entre otras ciudades y festivales), Mota y Rey ya han concebido su nuevo audiovisual. Las musas volverán a su templo. Y los cineastas sacarán a pasear a otra de sus obsesiones: la guitarra. Serán seis instrumentistas (uno por cada cuerda) y otros escenarios más universales los que se inmortalicen en este proyecto.