Pedro Mora Frutos: «Estoy harto de la tiranía mercantilista del arte actual»

El pintor reabre con la exposición «Capricci» la galería César Sastre en Sevilla

Pedro Mora Frutos ABC

Marta Carrasco

Pedro Mora Frutos (Guareña. Badajoz. 1965) hace años que cogió las maletas y se marchó a Berlín, donde dentro de nada habrá un «cantón español» a tenor de los numerosos artistas que cada año se suman al padrón berlinés. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, ha expuesto en nuestra ciudad en galerías como La Caja China o Birimbao, y en esta ocasión sus nuevas creaciones reabren la galería de César Sastre, que vuelve a lanzarse a la aventura que iniciara hace unos años en la Caja China.

Pedro Mora Frutos presenta la exposición «Capricci», -«no podía negarle nada a un viejo amigo como César Sastre, con quien hice mi primera individual hace ahora 20 años, no podía decirle que no»-, afirma el pintor.

En 2010 hizo una exposición en Sevilla titulada «Fata morgana» que definió como «un alegato y defensa en pro de la ficción, del ilusionismo y el simulacro». ¿Cómo definiría «Capricci»?

En italiano capriccio significa invención pura, al margen de las reglas y la razón; y en español, algo que es superfluo pero que en el fondo nos es imprescindible porque da sentido a nuestra existencia; es decir, no hacer únicamente lo estrictamente razonable. Sería por tanto, una declaración de intenciones; a saber: no es una propuesta sesuda ni totalmente frívola; ni totalmente fresca, ni enteramente calculada; ni comprometida, ni banal. Quiere ser lúdica, evasiva y un disfrute para la vista. Eso es también de alguna forma una actitud política, ¿no?

Desde 2002 reside en Berlín, ¿ha conseguido situarse como pintor en la esfera europea, quiero decir, con galería etc?

La verdad es que es muy difícil, pues en ciudades tan potentes como ésta la competencia es feroz. Aquí hay artistas venidos de todo el mundo.

¿Cómo se ve el mundo del arte español desde la distancia?

La presencia de arte español es desgraciadamente muy escasa, casi siempre se reduce a las viejas glorias, la mayoría hace mucho tiempo muertas.

Dice estar fatigado por la tiranía de los titulares, ¿alguna otra tiranía en relación con el arte?

La vocación exclusivamente mercantilista del arte actual. En las vanguardias históricas a los artistas que alcanzaban el éxito comercial sus colegas les excomulgaban o despreciaban. Hoy en día, es imprescindible tener éxito comercial. Si no vendes no eres nadie. Pero vender mucho no es garantía de calidad artística.

¿El arte necesita seguir teniendo conciencia social?

Yo creo que hay un abuso del arte con conciencia social en la actualidad, porque no es sincero. Se tratar de mera estrategia comercial para que instituciones o bancos adquieran obra y así lavar de alguna forma la mala conciencia por sus malas prácticas. El arte como herramienta política es de escasa, por no decir nula efectividad. Es un brindis al sol.

Algunos títulos de las obras de esta exposición provienen de la Comedia del Arte, no sé si esto es señal de que la experiencia ofrece otras perspectivas más basadas en lo mundano e incluso en el humor

Es que para mí el arte es lo menos serio del mundo. Es un juego pactado entre el artista y el espectador. Como en el teatro, es una suspensión transitoria de la consciencia.

Su pintura es básicamente geométrica, con enorme color. ¿Diría que ha buscado el disfrute de la estética por encima de otras consideraciones?

Para mí el arte es fundamentalmente un fenómeno estético, que no se reduce a lo bonito, sino que es algo mucho más amplio. La ética en arte debería ser adyacente o secundario, no el eje principal. En cambio, la ética debería ser lo primero en la vida.

A usted también le inspira la literatura, recuerdo por ejemplo los grabados que ha hecho sobre Alberti y su poesía, ¿tiene que tener una motivación o se enfrenta al lienzo blanco sin más?

Desde hace casi 20 años mi lenguaje es netamente abstracto, por tanto, no necesito argumento o contenido alguno. La imagen se justifica por sí misma

Su relación con Andalucía sigue patente en las exposiciones y colaboraciones casi anuales, pero Berlín es ahora su casa, ¿lo será en un futuro?

Qui lo sa? Yo me encuentro a gusto en ambos lugares.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación