«Paco Molina decía: se aprende a mirar la pintura hablando de ella»

Veinticinco artistas de varias generaciones le rinden homenaje en la galería sevilla La Caja China a partir del 12 de enero

Paco Molina Eduardo Trías

Marta Carrasco

En el mundo de hoy, de las tecnologías, con las que estaría horrorizado, y de las formas tan convencionales, Paco Molina, estoy segura, sería un personaje «políticamente incorrecto» . Mordaz, irreverente, inapetente, siempre con el cigarro en la mano, se alimentaba de arte y de literatura. Adoraba a Simenon y Agatha Christie y se mofaba de los que se burlaban de su afición por la novela policíaca.

Murió a los 53 años en mayo de 1993, dentro de nada hará 25 años, después de haber sido uno de los grandes dinamizadores y exploradores sin red de la cultura de finales de los 70 y los 80 en Sevilla. Ahora, algunos pintores, entonces estudiantes de Bellas Artes que «cercaron» al «Moli», y otros más veteranos, se han reunido en la galería la Caja China para rendir homenaje a este artista y personaje, nunca bien entendido, ni falta que le hacía, pero como ocurre en esta ciudad, al que no se le ha puesto en su justo lugar. Sevilla le debe mucho al «Moli» , dice el pintor Ricardo Cadenas, uno de aquellos jóvenes que confiesa, «vivimos junto a él una época alentadora».

Antonio Sosa, Carmen Laffón, Teresa Duclós, Curro González, Eduardo Trías, Félix de Cárdenas, Francisco Cortijo, Gonzalo Puch, Ignacio Tovar, José Ramón Sierra, Javier Buzón, Joaquín Sáenz, PepeSoto, Juan Lacomba, Juan Romero, Juan Suárez, Manolo Cuervo, Manuel Barbadillo, Manuel Salinas, Miguel Pérez Aguilera, Paloma Benítez, Patricio Cabrera, Pepe Barragán, Rafael Zapatero, Rafael Agredano, Ricardo Cadenas, Soledad Sevilla, son los artistas que participan en esta muestra a la que aportan al menos una o dos obras de los años 80 , y que se inaugura el próximo 12 de enero en la Caja China.

«Un día yo estaba mirando una foto del antigua del «Moli» y como en un juego la convertimos en un posible cartel de una exposición, pero sin tener idea concreta. Luego hablé Pepe Barragán, me dijo que la organizáramos en la Caja China , y aquí estamos».

Empezaron a hacer una lista de artistas, «que hubieran tenido una relación con «Moli», sobre todo profesional, más que amistosa. Hay además, una cierta nostalgia por un determinado momento en esta ciudad que habíamos vivido intensamente, y que en cuanto a líder en actividad e impulso de las prácticas artísticas, capitaneaba Paco Molina. Fue un gran renovador. Fue una época en la que algunos empezaron a trabajar, y otros ya estaban consagrados».

Paco Molina había llegado a Sevilla huyendo de Madrid a causa de la persecución política del franquismo. Vivió primero refugiado en la Cuadra de Paco Lira . Llegó de la mano de Paco Cortijo y tuvo tanto influencia Molina en él, que luego Cortijo hizo la siguiente tesis doctoral: El arte contemporáneo según Paco Molina.

Pepe Barragán y Ricardo Cadenas coinciden ambos en que Paco Molina tenía un conocimiento enciclopédico de arte contemporáneo, «se llevaba la abstracción y él nos descubrió el pop inglés y americano. Nos abrió otros mundos». Cadenas estaba aún en la Escuela de Bellas Artes , «vió un trabajo mío y me incluyó en una exposición del Monte que se llamaba El Collage. Luego colaboré con él mucho tiempo en su estudio y en las grandes exposiciones en el Monte».

Dice Cadenas que la «Facultad de Bellas Artes era un despropósito absoluto , salvo excepciones como Pérez Aguilera, Carmen Laffón y José Luis Mauri..., y la ciudad estaba entonces muy cerrada a lo que era el arte contemporáneo, y Paco Molina fue el primero que impuso un cierto criterio a la hora de organizar las exposiciones y hacer el trabajo artístico».

Impulsor de grandes exposiciones, trajo a Kandinsky e hizo una muestra sobre los dibujos de Luis Gordillo, «que fue fantástica».

«Alrededor de él nos movíamos, Rafael Zapatero, Gonzalo Puch, Javier Buzón, Félix de Cárdenas, Ricardo y yo..., y nos llevaba a un bar y nos decía: ahora vamos a aprender cómo se mira la pintura. ¿Y como se mira?... hablando de ella, respondía», cuenta Barragán, quien afirma que «sin Paco yo a lo mejor no hubiera sido pintor». «Paco me enseñó cosas que para mí estaban vedadas», afirma Ricardo Cadenas.

Ambos quieren contar cómo Paco Molina enseñó a los que hoy son pintores a mirar el arte contemporáneo. «Los que están en la exposición, son. ¿Podría haber otra lista?, por supuesto. Pero en esta ocasión es ésta, sin más », afirma Cadenas.

Del Museo de Arte Contemporáneo al Monte

Hizo exposiciones en la antigua Iglesia de San Hermenegildo, trabajó en el Museo de Arte Contemporáneo y fue captado a finales de los 70 por la entonces Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Sevilla, entidad que hoy atesora parte de su colección personal desde los 60 hasta su muerte. Pintor que reinterpretó el elemento popular en su obra, hizo una reelectura del pop, movimiento que conocía muy bien. «Fue quien encaminó a Juana de Aizpuru hacia lo contemporáneo al inicio de su galería, cuando sólo existían la galería Melchor e Imagen Múltiple . Eso poca gente lo sabe porque en esta ciudad la historia de la cultura a veces se escribe con renglones torcidos», se lamenta Cadenas. Lector de Gil de Biedma, Valente, Jean Genet..., su vida no fue fácil, porque él no quiso. «Moli» era así.

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