Así han quedado los tesoros de San Marcos tras las inundaciones en Venecia
Los mosaicos están perdiendo sus teselas y los mármoles se desmoronan por la corrosión que provoca el agua salada
No hay paz para Venecia y, en concreto, menos aún para la basílica de San Marcos , en emergencia por los daños provocado por el «acqua alta». Ayer el templo fue invadido nuevamente por al agua, afortunadamente solo por pocos centímetros, pero la marca sobre el pavimento siempre queda. En coincidencia con esta marea, desde Venecia se lanzó ayer un nuevo grito de alarma sobre los graves peligros que corre el templo. San Marcos, consagrada en el año 1094, solo seguirá siendo una maravilla si continúa un permanente trabajo de mantenimiento y se escucha el grito de alarma de sus responsables, cosa que no ocurrió últimamente.
Graves fueron los daños sufridos hace un mes en sus mármoles, mosaicos y estructuras, cuando el nivel del agua alcanzó 187 centímetros el 12 de noviembre, el segundo nivel más alto de la historia después de 1966, año en que se llegó a 194 centímetros. Esos daños son claramente visibles en el mosaico del pavimento del siglo XIII, porque está perdiendo sus antiguas teselas, las pequeñas piezas de piedra coloreadas que lo componen.
Ayer, los responsables de San Marcos ofrecieron todos los detalles sobre la futura restauración de la basílica, cuyos daños en el «horrible mes de noviembre» superan los cuatro millones de euros. «Lanzamos la alarma después del “acqua alta” en octubre de 2018, pero no hemos sido escuchados», se lamentó ayer el primer procurador de la basílica, Carlo Alberto Tesserin . En su opinión, los conservadores tienen ahora que luchar contrarreloj porque se han perdido cincuenta años: «Ante una basílica que tiene más de 900 años –añadió el procurador Tesserin– tenemos el deber de recuperar los años perdidos desde 1966. Lo sucedido puede repetirse en breve y sería otro daño enorme, por lo que no se puede bajar la guardia».
Por su parte, el arquitecto Mario Piana , responsable del trabajo de restauración, destacó que el «acqua alta» no produce daños visibles y espectaculares como los de un terremoto, pero deja sales que se depositan sobre los mármoles y mosaicos produciendo una corrosión continua cuyos efectos son fácilmente imaginables. El deterioro por el agua salada es visible, además de en el pavimento, en las bases de muchas columnas, cuyos mármoles se desmoronan poco a poco y van dejando fragmentos.
A la espera de que entre en funcionamiento, a finales de 2021, el faraónico proyecto MOSE (módulo experimental electromecánico) para salvar a Venecia de las mareas, los responsables de San Marcos han previsto una serie de medidas para proteger la basílica. Entre otros proyectos, se harán trabajos para poner a salvo la cripta, las áreas bajo la sacristía y se protegerá mejor el atrio. Además, se piensa en instalar bombas de extracción de agua y crear barreras físicas con el fin de parar el agua que llega desde la plaza de San Marcos.
