Oriol Maspons, retrato al natural más allá de la «Gauche Divine»

El MNAC dedica una completa retrospectiva al fotógrafo barcelonés, fallecido en 2013

Una imagen de la serie «Caminando por las Urdes», de 1960. Oriol Maspons

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Si algo le gustaba a Oriol Maspons (1928-2013), recuerda su hijo, era ver sus fotografías publicadas, expuestas o, en fin, cumpliendo el objetivo que le hubiese llevado a desenfundar su Rolleiflex. «Era lo que más disfrutaba, casi más que hacer la fotografía», subraya Àlex Maspons para tratar de explicar lo que sentiría su padre ahora que el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) acaba de inaugurar una completísima retrospectiva dedicada al fotógrafo barcelonés.

Un atracón visual en riguroso blanco y negro que, a través de 530 instantáneas y más de 200 documentos, reivindica a Maspons no sólo como uno de los grandes renovadores del lenguaje fotográfico de la segunda mitad del siglo XX, sino también como quien con mayor ahínco defendió la utilidad de la fotografía por encima de su valor artístico.

Fotos útiles

«Para él la fotografía ha de ser notaria de su época; un lenguaje autónomo que sirva para documentar», destaca la comisaria de «Oriol Maspons. La fotografía útil», Cristina Zelich. Tanto es así que, antes de morir a los 84 años y mientras el MNAC andaba ya inventariando, digitalizando y, sobre todo, aspirando las toneladas de polvo que llegaron con ese fondo de 7.000 fotografías que ingresó en el museo en 2011, Maspons lanzó una única advertencia: «No me hagáis la putada de presentarme como un señor que hacía fotos por la calle; yo hago fotos útiles», recuerda el director del MNAC, Pepe Serra, que le dijo Maspons.

Retrato de Elsa Peretti, de 1966 Oriol Maspons

Dicho y hecho, l o que puede verse en el MNAC ocho años después es, en palabras de Zelich, el legado de un fotógrafo que «se adaptaba perfectamente a cada encargo». «Maspons es mucho más que los hippies en Ibiza o la Gauche Divine », subraya la comisaria. Y, en efecto, así es: ahí están desde sus primeros disparos de amateur en 1952, cuando ingresó en la Agrupación Fotográfica de Cataluña, a las carátulas de discos para Raimon, Serrat o Maria del Mar Bonet, y las cubiertas de la colección Biblioteca Breve de Seix Barral.

Frívola y alegre

«A veces hay una imagen simplificada y a ratos quizá no frívola pero sí alegre de su carrera. Maspons fue la Gauche Divine, sí, pero también las fotografías de Caminando por las Hurdes, fotolibros como Poeta en Nueva York y reportajes para Destino o Triunfo », destaca Serra. De ahí que la exposición cubra todas sus facetas y trate por igual el retrato, la moda, la publicidad y los reportajes provocativos para Interviú .

No faltan fotografías icónicas como la de Susan Holmquist que ilustró la portada de Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé o ese retrato de una Elsa Peretti de piernas interminables que preside la exposición, pero más interesante aún es toparse con trabajos inéditos o semidesconocidos, como sus instantáneas del Londres de 1956 o ese proyecto de fotolibro sobre Cuba con texto de José Agustín Goytisolo que no llegó a ver la luz. «No le gustó el texto de Goytisolo y no hubo libro», relativiza Serra.

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