EL AMOR DE ANDREA

'El amor de Andrea' llega este lunes a la Semana Internacional del Cine de Valladolid (Seminci)

Cádiz como enclave de partida. Es así como Martín le propuso este proyecto porque tenía muy claro que quería construir el guion en la ciudad gaditana, un camino que iniciaron al tiempo que empezó el proceso de casting

La película gaditana que quiere conquistar al público en la Semana Internacional de Cine de Valladolid

Equipo de 'El amor de Andrea', en la Semana Internacional del Cine de Valladolid. L.V.
La Voz de Cádiz

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El cineasta almeriense Manuel Martín Cuenca estrena un nuevo vértice en su carrera con 'El amor de Andrea', un largometraje familiar sobre las heridas afectivas y la encrucijada que supone ser una hija de 15 años con responsabilidades adquiridas por la ausencia de la figura paterna con un guion que rehuye de los clichés sobre los jóvenes.

El filme, de 101 minutos de duración, indaga en el significado de la familia para ofrecer un relato de afectos, esperanzas y desencantos en el que Andrea, una adolescente, intenta recuperar la relación con su padre, que desapareció tras separarse de su madre.

La narrativa parte de una anécdota de una persona que acabó demandando a sus padres para conocer qué había ocurrido, ha explicado el director en la rueda de prensa que ha tenido lugar este lunes tras el estreno mundial del largometraje en la Sección Oficial de la 68 edición de la Semana Internacional de Valladolid (Seminci).

Martín Cuenca, que firma este filme junto a Lola Mayo, ha explicado que ambos comparten la preocupación por lo que es la familia y les apetecía una historia en la que los niños fuesen mirados de manera horizontal, «no como futuros ciudadanos, sino como verdaderas personas».

«Recuerdo hablando de esa idea de hasta qué punto los niños tiene esa autonomía para recordarnos a los adultos qué debemos hacer», ha apuntado la también guionista. Y es que, a lo largo del filme, son varias las escenas en las que Andrea le recuerda a su madre precisamente esto, que ella es hermana y no madre.

La Bahía de Cádiz y un año de casting

Cádiz como enclave de partida. Es así como Martín le propuso este proyecto porque tenía muy claro que allí quería construir el guion, un camino que iniciaron al tiempo que empezó el proceso de casting.

Después de un año de casting y de haber visto a más de 5.000 persona, culminaron este proceso en el que encontraron a la joven Lupe Mateo Barredo en el papel de Andrea y al resto del reparto, Fidel Sierra, Cayetano Rodríguez Anglada, Agustín Domínguez, Irka Lugo, Jesús Ortiz, Inés Amieva y José M. Verdulla Otero.

Encontrar a Andrea y sus hermanos se planteaba como un reto. Dar con una adolescente capaz de llevar el peso de la historia y de entender e interpretar a Andrea no era fácil. Y también encontrar a dos niños con la ternura y la fuerza de Tomás y Fidel y al actor perfecto para dar vida a Abel y transmitir la sensibilidad de este personaje.

«Entré en un juego de complicidad con todos ellos», ha asegurado Martín Cuenca sobre los actores con los que ha compartido ocho semanas de rodaje en la bahía de Cádiz. Contar con un equipo pequeño era importante para poder llevar a cabo este proyecto tal y como había sido ideado. La premisa era que los niños se sintiesen cómodos, convertir el rodaje en una especie de juego.

Ninguno de los actores o actrices conocían el guion, los miembros del equipo no podían hablar sobre las secuencias que se iban a rodar más adelante si estaban presentes. La complicidad del equipo era clave para que los actores fuesen encontrándose con la historia paso a paso.

La decisión de rodar en orden cronológico marcó el diseño de producción, la logística y organización se ponían al servicio de la historia. Se diseñó un rodaje sostenible, minimizando el uso de vehículos y maquinaria e implantando medidas que han ayudado a reducir la huella de carbono y el impacto del rodaje en el medio ambiente.

Una canción

Vetusta Morla ha puesto la banda sonora a este filme con una propuesta musical cuyo punto de partida fue una canción que completara el universo de Andrea, ha detallado el cantante Juan Pedro Martín Almarza, quien trabaja por segunda vez con Martín Cuenca.

A partir de este tema que completa la voz de Valeria Castro, compusieron la banda sonora inspirada en los parajes gaditanos en invierno y en una niña que está encontrando su lugar en el mundo refugiándose en la lectura.

Si bien los espectadores tienen que esperar hasta el final del filme para escuchar las voces de la canaria y Pucho, durante todo el largometraje hay pasajes de la canción, cuyo proceso de creación se extendió hasta última hora.

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