Francisco Camps: «Si mi partido me lo pide, volveré»

Su partido le prejuzgó, le condenó, y le apartó. La Justicia le ha absuelto. Ahora espera que le llamen de vuelta.

Francisco Camps Rober Solsona
Salvador Sostres

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—¿Qué es la libertad?

—Decidir con responsabilidad.

—Usted es católico. Dios es la libertad.

—Creo en el hombre y en su transcendencia. Dios es real.

—¿Cómo es real?

—Está en los códigos morales que mis padres me enseñaron y que yo enseño a mis hijos y que son de aplicación diaria. Amar al prójimo.

—¿En la política se puede de verdad amar al prójimo?

—Por supuesto. Trabajamos para el ciudadano, no para el político de enfrente.

—Cree mucho en la familia. ¿La política le dejaba tiempo?

—Siempre hay tiempo para lo que amas. Para Dios, para los hijos, para el trabajo. Para lo importante. Desconfía si alguien te dice que no tiene tiempo. Es que no lo importas lo suficiente.

—¿La Iglesia está en decadencia?

—Hay más sacerdotes y monjas en el mundo que nunca en la historia de la Iglesia Católica.

—Pero no en Europa.

—Oiga, es que Dios no atiende por barrios. Se expande por toda la Tierra.

—La decadencia de Europa.

—Es mentira. No hay ni un solo paradigma en el mundo que no tenga que ver con Europa. Los chinos visten como los europeos. América reza como se rezó en Europa, el modelo urbano de los países africanos es el europeo. La hora se fija en Greenwich.

—Y hasta la gastronomía.

—Fíjate: la gastronomía europea nunca se considera exótica en ningún país y en cambio a las de los demás países les llamamos exóticas en Europa.

—Hablando de exotismos. Los trajes. Ha sido absuelto. ¿No cree que El País tendría que pedirle disculpas por todas aquellas portadas que le dedicó?

—A mí me basta con no comprarlo. Tendrían que disculparse con sus lectores, por no haberles contado la verdad.

—Lo normal sería que usted volviera.

—Si mi partido me lo ofrece, volveré.

—Las tres obsesiones de la izquierda.

—La unidad de España, la Educación y la Iglesia. Zapatero tiró de los tres hilitos hasta descoser la convivencia entre los que pensamos distinto.

—Él fue el caldo de cultivo del fin del bipartidismo. Y de la prosperidad.

—Sánchez –que no el PSOE, que es muy distinto– y Podemos son sus herederos. España no tendrá solución hasta que los votantes de izquierda se queden todos en el PSOE y el PP sea la casa común del centro derecha.

—La moción de Vox.

—Pablo Casado es el único que puede ser presidente. Cualquier otra opción es inviable. De todos modos, déjame decirte que el único populismo radical que existe en España es el de Podemos. No encaja en la Constitución ni en las democracias occidentales. Vox sí encaja. Pero es esencial volver al bipartidismo.

—Con lo bien que íbamos.

—Hasta que Zapatero ganó a Bono con los votos de Alfonso Guerra. Bono tenía una trayectoria política. Había sido presidente de Castilla-La Mancha. Zapatero no era nada. Desde entonces, el gran esfuerzo que habíamos hecho en la Transición empezó a deshilacharse.

—El PSOE de Felipe fue serio. Y bastante de derechas, por cierto.

—Es que la política normal es la de derechas, lo otro es siempre un lío.

—Cuatro comunidades en España que aportan más del 50% de votos .

—Cataluña está de momento perdida, Andalucía es el granero de votos del PSOE y Madrid y Valencia son el granero del PP. Cuando el PSC en Cataluña y el PSOE en Andalucía son hegemónicos, los socialistas tienen mayoría absoluta. Cuando el PP es hegemónico en Madrid y Valencia, la mayoría absoluta la tenemos nosotros.

—Son habas contadas.

—España siempre vota igual. Gana el que tiene menos abstención y menos fragmentación.

—Estrategia izquierda.

—Fue destruir la imagen del PP en Valencia y Madrid, no tanto para gobernar en estas comunidades, que también, como para evitar la mayoría absoluta. Cada vez que los socialistas tienen un problema, se inventan un caso de corrupción en Madrid o Valencia, y luego nunca piden perdón cuando las causas se archivan.

—Ciudadanos va a desaparecer.

—Y el futuro de Vox depende del PP.

—¿En qué medida?

—En la que el presidente Casado defina un proyecto de vocación mayoritaria y se note que podemos volver a gobernar. Se nos unirán todos los que fueron nuestros votantes.

—Qué nos espera.

—A falta de capacidad para gobernar, se impondrá el proyecto ideológico, como cuando Zapatero inesperadamente ganó y basó su gobierno en cinco temas: la negociación con Eta, el Estatuto de Cataluña, el aborto, la alianza de las civilizaciones y la memoria histórica.

—Su heredero, Podemos.

—Incluso Sánchez, que no es el PSOE, va a administrar con directrices impuestas por Europa el dinero que nos han dejado, y eso está bien; y a cambio le va a permitir a Iglesias que desarrolle su agenda ideológica, parecida a la del zapaterismo: arrinconar a la monarquía, pactar con el independentismo, destruir el sistema constitucional y nuestras alianzas de intereses compartidos con las democracias occidentales y los Estados Unidos. Como el propio Zapatero dijo, nuestros referentes serán Venezuela, China y Turquía.

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