Thomas, en una intervención en el Aula de Cultura de ABC
Thomas, en una intervención en el Aula de Cultura de ABC - Rocío Ruz

Hugh Thomas, un europeísta muy castizo

«Raymond Carr, John Elliott y Hught Thomas son las tres grandes figuras del hispanismo británico», escribe el historiador Charles Powell

HISTORIADOR Y DIRECTOR DEL INSTITUTO ELCANO Actualizado: Guardar
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Conocí a Hugh Thomasa comienzos de los años 80 en Oxford. Era muy amigo de mi maestro, Raymond Carr. Había entre ellos una sana rivalidad. Son autores de las dos grandes Historias de España producidas por hispanistas en los 60: «La Guerra Civil española», de Hugh Thomas, y «España, 1808-1939», de Raymond Carr. Ambos tenían personalidades muy distintas, pero coincidían en que eran muy sociables, tenían un gran sentido del humor, se tomaban el pelo el uno al otro. Tuvimos contacto intermitente, sobre todo en sus visitas a España en las dos últimas décadas. Más allá de su dimensión historiográfica concreta, tenía una fascinación por España muy profunda. De nuevo se parecía mucho en eso a Raymond Carr. Y ello se refleja en la variedad de temas que tocó a lo largo de su vida. Le encantaba Madrid. Dedicó uno de sus libros a los porteros de los hoteles de Madrid que había frecuentado. Era un poco castizo, le gustaban ciertos aspectos de la vida madrileña: la comida, la sociabilidad de la gente, la vida nocturna... También le gustaba mucho Andalucía.

En uno de sus libros, que se ha olvidado bastante, habla de «El 3 de mayo», de Goya. Era un amante del Museo del Prado. En eso se parece a John Elliott, otro de los grandes. Para mí, Raymond Carr, Hugh Thomas y John Elliott son las tres grandes figuras del hispanismo británico de los años 60 a los 90, por el impacto que tuvieron sobre la historiografía relacionada con España, por el hecho de ser más o menos coetáneos... Los tres tuvieron una prosa limpia, muy elegante, y una gran capacidad de comunicación.

Hugh Thomas, probablemente pase a la Historia por «La Guerra Civil española», de 1961, pero en realidad le interesaba más, como demuestra su obra, el imperio español en los siglos XVI y XVII. Su «Historia de la Guerra Civil española» fue la primera historia seria, profesional, basada en fuentes muy amplias. Tenía un gran conocimiento de la historia militar. Su esfuerzo de comprensión de las causas que llevaron a ambos bandos a la Guerra Civil fue lo que más llamó la atención a los lectores españoles, adoctrinados como estaban en una u otra versión. Pocos libros han suscitado ese nivel de adhesión y empatía. En ese libro, aunque refleja una cierta simpatía por la República, no toma partido, es ecuánime. Como demócrata, le producían rechazo ciertas actuaciones de ambos bandos.

Un segundo bloque de su trabajo es la trilogía sobre el Imperio español, muy notable y espectacular. Es un gran logro. Utilizó el Archivo de Simancas, que conocía muy bien. Y hay libros importantes de otras temáticas: la Historia de México, la Historia de Cuba -es la primera Historia de Cuba importante-. Hugh Thomas era muy europeísta. Le fascinó el proyecto europeo. Ideológicamente, fue laborista hasta los años 70, se hizo conservador con la señora Thatcher (es su Gobierno el que le hace lord y a partir de ese momento participa muy activamente en la política británica en la Cámara de los Lores), se separó del partido conservador en 1997 y se sumó al partido liberal demócrata. Lo que le hace separarse del partido conservador es el tema europeo. No era partidario del Brexit. Siempre apoyó el proyecto europeo.

En 2009 escribió una biografía de Eduardo Barreiros, muy interesante porque en el fondo es una historia del desarrollo industrial español de los años 60. Demuestra su versatilidad y su capacidad para analizar con enorme detenimiento fenómenos complejos.

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