Los cazatesoros del galeón San José trataron de reclutar al descendiente de su capitán

José Solís-Beaumont, conde de Casa Alegre, pide una excavación conjunta entre Colombia y España como la mejor solución

José Solís-Beaumont, conde de Casa Alegre Vanessa Gómez
Jesús García Calero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cuando el galeón San José se hundió en apenas unos minutos frente a Cartagena de Indias, el 8 de junio de 1708, después de recibir un certero cañonazo del buque inglés Expedition , se ahogaron las 600 personas de su dotación y pasaje, así como su comandante, don José Fernández de Santillán y Quesada, el conde de Casa Alegre. El capitán general de la flota de Tierra Firme era un noble de carrera meteórica que había sabido ascender en los difíciles tiempos del cambio de dinastía (de la muerte de Carlos II a la llegada de Felipe V), con la guerra de sucesión de por medio.

Comandando la flota de Nueva España había logrado regresar en 1688 con éxito. Participó en la defensa de Cádiz en 1702, lo que le valió el título de Casa Alegre. Y capitaneó la flota de Tierra Firme que cruzó el Atlántico en 1705 y pereció cuando iniciaba su regreso, en 1708, tras el ataque de Wager, que no pudo apresar los tesoros para el rey inglés.

José Fernández de Santillán murió sin descendencia, no así como su hermano, del que descienden sus herederos actuales. El conde de Casa Alegre en este 2020 es Javier Solís-Beaumont y ha seguido con una muy especial atención la larga polémica que ha tenido al galeón San José como objeto de codicia de una empresa de cazatesoros: MAC (Maritime Archaeology Consultants) en un proyecto diseñado por el expresidente colombiano Juan Manuel Santos.

Vender el patrimonio

Como se recordará, Santos logró aprobar una ley que permitía pagar con la mitad del tesoro del galeón a los cazatesoros -en realidad el contrato urdido con MAC iba a darles bastante más porque les pagaba con metal al peso - y trató con todas las fuerzas del Estado de dejar firmado el acuerdo como hipoteca al nuevo gobierno de Iván Duque . Pero el nuevo presidente colombiano no consintió que continuase y acaba de proteger el pecio del San José , tumba de 600 españoles que murieron en acto de servicio, como un Bien de Interés Cultural (BIC) lo que impide que se divida su contenido y menos que se utilice para pagar a contratistas «arqueológicos».

Javier Solís, conde de Casa Alegre, confiesa a ABC que ha vivido estos años de polémicas «sobre todo con pena» porque «algo tan importante como encontrar el San José y estudiarlo podría servir para recordar nuestra historia común y ayudar a resolver tantos enigmas de ese episodio (la Batalla de Barú y el hundimiento del galeón)». Pero, añade, «hasta el momento ha sido más una herramienta de política y polémica y no el motivo para un proyecto común entre nuestros países». He ahí una de las claves que todavía el Gobierno español no ha sabido poner sobre la mesa .

Como descendiente de Fernández de Santillán ha sentido «que hay una deuda con el conde de Casa Alegre . Pasó su vida navegando, en defensa de España. Cruzó el Atlántico siete veces a lo largo de su vida. Ganó su título en la defensa de Cádiz, ante la invasión de una poderosa fuerza anglo-holandesa de 1702, en la Guerra de Sucesión Española. Murió en 1708, con 71 años, en combate contra el comodoro inglés Wager, al explotar su buque. Después de todo esto, su recuerdo se perdió en el tiempo. Ni en su familia sabíamos qué había hecho. Por eso me he dedicado a estudiar su historia y en 2011 la Real Maestranza de Caballería de Sevilla publicó la biografía que escribimos la historiadora Genoveva Enríquez Macías y yo».

El primer contacto con MAC

Las empresas de cazatesoros, como ha sido MAC, también Odyssey Marine Exploration, suelen contactar con descendientes de quienes viajaban en los buques que investigan y cuyos tesoros tratan de rescatar . En el caso de Odyssey, trataron de reclutar a nobles iberoamericanos descendientes de quienes llevaban sus riquezas en la fragata Mercedes para que se sumasen al litigio contra España. En el caso de MAC, Javier Solís-Beaumont reconoce que también contactaron con él para sumarle al proyecto. Lo mismo hicieron con la historiadora de referencia del galeón San José, Carla Rahn Phillips.

«No me parece posible participar en un proyecto sobre un buque de Estado fletado por el Rey de España, en el que no estaba previsto que participase España»

El conde reconoce que habló «en un par de ocasiones con personas pertenecientes a MAC, que efectivamente querían incorporarme al proyecto. A mí me hubiera encantado participar (o más bien observar) en el estudio y excavación del San José. Por interés en una parte de la historia que toca directamente a mi familia y porque si se hace bien, va a ser uno de los estudios arqueológicos más importantes del siglo. Un pecio a 600 metros de profundidad va a necesitar el desarrollo de técnicas muy avanzadas y lo que se puede aprender de esta excavación es mucho».

Pero algo no pintaba bien en aquel interés que mostraban los enviados de MAC (uno era Mensun Bound, que decía que era arqueólogo de Oxford hasta que la propia Universidad oxoniense lo desmintió a ABC con duras palabras sobre su falta de ética.

«No me parece posible participar en un proyecto sobre un buque de Estado fletado por el Rey de España , en el que no estaba previsto que participase España -añade Javier Solís-Beaumont-. Les comenté a los de MAC que debían enfocar el proyecto de forma que nuestro Gobierno tuviera una participación significativa en él». Pero los lectores de ABC saben que nada estaba más lejos de las intenciones de MAC ni de Santos .

No era una excavación

Entre los detalles que más desconfianza creaban destaca «la duración del proyecto; a mí me extrañó que para un hallazgo de las dimensiones e importancia del San José se empleasen unos meses y no años». Ese calendario de excavar en 180 días un buque tan grande resultaba anticientífico, no se pueden excavar 55.555 objetos diarios.

Y la visión comercial y poco centrada en la historia era algo que molestaba al conde de Casa Alegre: «Por lo que sé del proyecto actual, parece que no se tiene muy en cuenta que allí murieron nuestros marinos (y civiles también). Pregunté al respecto porque es un tema que me preocupa y ellos contestaron que creían que en el estado del buque, al haber perdido las cubiertas superiores, no se encontrarán restos humanos. Pienso que si se encuentran deben ser tratados con el respeto que merecen», añade. Por supuesto, también conoce a Carla Rahn quien le confesó que estaba «muy emocionada porque el que hasta ahora había sido parte de un estudio teórico pasaba a ser algo tangible. Pero también estaba preocupada por las polémicas y esperaba que la excavación se hiciera bien».

El papel del Gobierno

Como conclusión, y al igual que ha sido defendido por ABC, lo que el conde de Casa Alegre pediría al nuevo Gobierno colombiano es que «den entrada a España y acepten su colaboración para que haya un enriquecimiento -en conocimientos- común». Claro que España ha tenido un papel muy pasivo. Aunque ha habido contactos políticos y diplomáticos, no se ha dado paso a los científicos para que propongan vías de cooperación o pongan sobre la mesa un proyecto alternativo al que MAC propone, por no menos de 70 millones de dólares. Pese a ello, Francia y la Unesco ya han movido ficha hace años y se mantienen alerta para intervenir si Colombia lo acepta y España no hace lo que debería. ¿Será prioritario para el nuevo Gobierno de «coalición progresista»?

Preguntado por su valoración del papel de los anteriores Gobiernos españoles en este asunto, afirma Javier Solís-Beaumont: «Supongo que siempre se puede hacer más, y comprendo las dificultades diplomáticas, pero España es un país que ha ayudado y ayuda a Colombia continuamente , económica y políticamente, y de cara a la Unión Europea. Confío en que nuestras buenas relaciones darán su fruto».

«Cartagena de Indias sería un lugar muy adecuado para ese museo del galeón San José»

En cuanto al lugar en el que debería hacerse el museo del galeón San José, el conde de Casa Alegre cree, al igual que defiende ABC, que ese museo debería construirse en Colombia: «Cartagena de Indias sería un lugar muy adecuado para ese museo. Era la base naval española en Tierra Firme y allí invernaban las flotas que venían de la España europea. Además de eso, se podría hacer una exposición itinerante, aunque fuera con una pequeña proporción de los hallazgos» y esa podría verse en España .

Toda la polémica del San José nace porque no se entiende que lo importante del patrimonio no es la propiedad , sino la custodia y el conocimiento. ¿Qué le parece el concepto de Patrimonio Común y Compartido? «Este concepto, que le escuché hace poco a José María Lancho, me parece que puede dar lugar a un buen entendimiento en el futuro entre Colombia y España. Probablemente sirva para solucionar muchas más disputas, en distintos ámbitos y entre distintos países ». Hay quien lo defiende en Colombia y también en España.

Para terminar, afirma: «Me gustaría que Colombia y España llevaran a cabo un estudio y una excavación conjunta del San José . Y que la historia del conde de Casa Alegre se conociera más, porque fue uno de los grandes marinos españoles y sigue siendo desconocido»

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación