El músico estadounidense Bruno Mars
El músico estadounidense Bruno Mars
WIZINK CENTER

Bruno Mars pone en pie a Madrid

El músico estadounidense ofreció un concierto donde destacaron el uso de las luces y el baile del público

MADRID Actualizado: Guardar
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Pasaban las nueve de la noche, hora programada para el inicio del concierto, cuando el WiZink Center de Madrid se quedó a oscuras y un griterío se apoderó de un recinto donde gradas y pista temblaban expectantes. Lo cierto es que no era para menos: demostrando que sabe cómo dar el pistolezo de salida y montar un espectáculo en condiciones, Bruno Mars irrumpió mientras las luces de los focos se cruzaban unas con otras y los asistentes, pillados de improviso por la aparición del músico, se ponían de pie de un brinco.

Ana Martín, una joven espectadora de 27 años, fue una de las asistentes que saltó de la emoción. Como explicó a este periódico minutos antes del concierto, esperaba «ver acción, mucho movimiento» y disfrutar de una noche «donde todo el mundo» bailara. Mars cumplió con sus expectativas, porque los asientos de las gradas no volvieron a usarse durante todo el espectáculo.

Acompañado por sus músicos, vestidos todos como si fueran miembros de un equipo de béisbol, las coreografías no impidieron ni al cantante ni a su compañeros echar mano de guitarra, trombón, trompeta o saxofón mientras bailaban acompañados de una trabajada puesta en escena, donde destacó el uso de las luces.

«Te extraño mucho, bonita. Te amo bonita, te amo», dijo Mars, en una ficticia conversación telefónica, causando más gritos y alguna risa entre el público. Fue uno de los pocos momentos en los que se atrevió con el español, aunque eso importó poco a los asistentes. El músico, que brindó su actuación más íntima con «When I Was Your Man», se mostró mucho más sonriente en la recta final, clausurando el concierto con algunos de sus mayores éxitos, como «Uptown Funk». «Genial. Me ha encantado. Se me ha hecho corto», explicó Ana Martín con la noche acabada. El resto de los espectadores, a juzgar por su entrega, debían pensar algo parecido.

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